Concentración de la HOAC de Córdoba ante la muerte de tres trabajadores

La HOAC de Córdoba vuelve a concentrarse en solidaridad, denuncia y oración por todas las muertes acaecidas en Córdoba. La Siniestralidad Laboral sigue matándonos. La HOAC sigue alzando la voz contra esta injusticia.

En esta ocasión nos concentraremos el próximo viernes, 18 de septiembre, a las 20:30 h. En el Bulevar del Gran Capitán (Junto a la Parroquia de San Nicolás)

En ella daremos lectura a la siguiente reflexión:

La siniestralidad laboral o el arte de volver la espalda a la tragedia

               Todos los años, cuando agoniza el verano La HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) se concentra por las muertes ocurridas en accidente laboral en este tiempo de estío. Este año, a causa del confinamiento, el período abarca desde marzo. Desde ese tiempo han ocurrido en nuestra provincia o protagonizados por personas de nuestra provincia, tres accidentes con resultado de muerte:

  • El 25 de marzo falleció el médico de 63 años Manuel Barragán como consecuencia del contagio del COVID-19 (que, seguramente, ni siquiera constará como siniestro laboral).
  • El 24 de agosto murió Daniel González Rivas, un joven de 30 años vecino de Puente Genil, cuando trabajaba en la perforación de un pozo agrícola en el municipio sevillano de Pedrera. Al parecer, el siniestro se pudo deber a una bolsa de gas o de aire contaminado.
  • El 9 de septiembre perdía la vida Roland Irías, un trabajador hondureño de 45 años afincado en Cabra, según las primeras informaciones al “caer del tejado de una nave industrial”. Sin embargo, otras fuentes apuntan ahora a un atrapamiento por una máquina.

               La realidad, tozuda realidad, es que cuando se produce una tragedia y no se aprende de ella y no se toman las medidas adecuadas, la tragedia se repite.  En España, el año pasado se repitió 695 veces y en Andalucía 121. Por eso a los fallecidos en el trabajo se les llama “los muertos olvidados”. Generan pocos titulares, no interesan, son muertos “de segunda”.

               ¿Por qué? La respuesta la podemos encontrar en el sistema económico que impera en nuestra sociedad marcado por unos valores extremadamente materialistas, en donde el objetivo prioritario y fundamental lo representa el dinero, la rentabilidad económica, el beneficio a costa de lo que sea, incluso de la vida de las y los trabajadores.

               Constatamos como aumenta la inversión en nuevas tecnologías para elevar la producción, mientras que la estabilidad en el empleo, el salario y la formación en prevención de riesgos laborales se entienden como costes insoportables que hay que reducir para incrementar el beneficio.

               La siniestralidad laboral es el termómetro del sistema productivo. Si la siniestralidad sube, desciende el trabajo decente. Hemos de invertir los valores. Lo primero y fundamental es la persona, no el dinero. Si volvemos la espalda a la siniestralidad, le estamos volviendo la espalda a más de 600 mil familias que sufrieron con un miembro de baja, debido a un accidente laboral. La alta siniestralidad laboral continúa siendo el gran problema sin resolver en el mundo laboral.

               Por nuestra parte, seguimos insistiendo en la necesidad de una actuación conjunta y coordinada de las administraciones públicas, inspección de trabajo, centrales sindicales y organizaciones empresariales con el objetivo de erradicar la alta siniestralidad laboral mediante mejores condiciones de trabajo que lleven consigo una mayor seguridad y salud laboral.            

               Como cristianos insertos en el mundo obrero, subrayamos las palabras del Papa Francisco, “… Una vez más dirijo un apremiante llamamiento para que no prevalezca la lógica del provecho, sino la de la solidaridad y la justicia. ¡En el centro de toda cuestión, también la laboral, haya que colocar siempre a la persona y su dignidad! ¡Con el trabajo no se juega! (Roma, 3 de septiembre de 2014).

Por eso seguiremos reivindicando que el trabajo es para la vida. ¡Ni una muerte más!

¡Te esperamos!

RETIRO DIOCESANO HOAC DE CÓRDOBA

            Como cada año, la Hermandad Obrera de Acción Católica de Córdoba (HOAC) celebra un retiro que supone, por un lado, el pistoletazo de salida del nuevo curso para los equipos y militantes y, por otro, revalidar y reafirmar los cimientos de nuestra fe como pilar básico de nuestro compromiso en y con el mundo del trabajo. En esta ocasión, impartido por el Consiliario Diocesano y con un nuevo formato (Eucaristía y reflexión) a causa de las medidas de seguridad contra la pandemia, versará sobre JESUCRISTO como fundamento, motor, centro y meta de la vida cristiana.

          En ella se nos presentará a Jesús de Nazaret como:

  • Camino: la propuesta de vida que humaniza. O como nos dice el Papa emérito, Benedicto XVI «Jesús, identificado con la humanidad, es el camino de la Iglesia» (Redentor Hominis N43).
  • Verdad: Jesucristo es la verdad de Dios y la verdad del hombre; es decir: amor entregado, sin límites (lo que verdaderamente es Dios) y proyecto de comunión, desde el amor servicial (lo que verdaderamente es la persona).
  • Vida: Jesús, que es el rostro de Dios vuelto hacia el mundo (Jn. 14, 6-9), es la vida preciosa que Dios nos regala, en la que Dios se complace y que nos pide que escuchemos y sigamos (Mc. 9, 1-11).

 ¿Dónde está la fuerza, la energía que empujó, orientó y movió a Jesús?

  1. La experiencia del Dios del Reino, provoca en Jesús una actitud de confianza, de obediencia, fidelidad y entrega a su voluntad.
  2. Los pobres, como el lugar privilegiado para la experiencia del encuentro con el Padre/Madre Dios.
  3. El dolor ajeno y la pasión por la justicia, motivó a Jesús a identificarse con los crucificados de la historia (Flp. 2, 5-7).
  4. Jesús fue consciente de como el Espíritu de Dios vivía en Él (1ª Cor. 3, 16) y lo percibió como el amor de Dios derramado en su corazón (Rom. 5, 5).

          Solo desde aquí es comprensible que, para la HOAC, una de sus constantes fundamentales, sea su firme voluntad de vivir desde Cristo, en comunión con la Iglesia, siendo fieles a los más pobres del mundo obrero.

            En este retiro, que celebraremos el día 12 de septiembre a las 10 de la mañana en la parroquia de Ntra. Sra. de Linares, nos sentiremos felices de contar con la compañía de la comunidad parroquial y de todas aquellas personas, amigos y simpatizantes con los que compartimos vida y compromiso.

Hasta entonces un abrazo en Cristo, el obrero de Nazaret.