
La Hermandad Obrera de Acción Católica lamenta profundamente la muerte de Manolo Varo, sacerdote, consiliario de ACO y JOC, cura obrero y compañero de fe y de vida.
Manolo fue un cura sencillo y cercano, un hombre del pueblo que vivió su vocación en medio de la gente trabajadora, compartiendo con ellas y ellos la vida, las dificultades, la esperanza y la fe.
Fue un cura obrero comprometido con la justicia, con la dignidad de las personas trabajadoras y con las causas de quienes más sufren. En su vida se unieron la oración y la acción, la fe y la lucha. Desde su barrio, caminó siempre al lado de sus vecinas y vecinos, acompañando sus luchas, compartiendo sus alegrías y alzando la voz cuando era necesario.
Su palabra fue muchas veces profética, denunciando la injusticia y anunciando un mundo más humano, más fraterno y más solidario. En él vimos reflejado el rostro de una Iglesia encarnada, pobre y servidora, comprometida con la vida y la esperanza del pueblo.
Damos gracias a Dios por su testimonio y por su ejemplo de entrega sencilla y valiente. Sentimos su partida, pero sabemos que su vida sigue dando fruto en quienes continúan creyendo, como él, que otro mundo es posible si lo construimos con amor, justicia y fraternidad.
Nos unimos al dolor y a la esperanza de los movimientos hermanos ACO y JOC y de toda la pastoral del trabajo.
Que descanse en la paz del Señor, el Dios de las personas sencillas, de las trabajadoras y de los pueblos que luchan por vivir con dignidad.
Hermandad Obrera de Acción Católica.