
“Cuidar el trabajo, cuidar la vida… de quien trabaja”
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Córdoba celebra, como todos los años, el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Este año lo hará con un gesto público en la Avda. del Gran Capitán (junto al templete), el viernes 25 a las 20:30 horas.
Pretendemos poner de manifiesto que no hay trabajo digno si no es saludable, que la calidad del trabajo se ha de medir por el cuidado que se pone en preservar la salud y la vida de las personas trabajadoras y rendir cumplido homenaje a las víctimas de la siniestralidad y la enfermedad laboral y a sus familias.

Para la Iglesia el trabajo es esencial para el desarrollo personal, familiar y social del ser humano. En palabras del papa Francisco “Un trabajo que no cuida, que destruye la creación, que pone en peligro la supervivencia de las generaciones futuras, no es respetuoso con la dignidad de los trabajadores y no puede considerarse decente. Por el contrario, un trabajo que cuida contribuye a la restauración de la plena dignidad humana y a asegurar un futuro sostenible a las generaciones futuras”.
Sin embargo, los datos que nos ofrece el Ministerio de Trabajo y Economía Social en 2024 nos hablan de un trabajo atravesado por un mercado y una economía que “descuida” la vida de las personas generando sufrimiento, precariedad e injusticia.
En España se notificaron 628.300 accidentes con baja (8 estadios Bernabéu completos), 4.796 fueron graves (14 congresos de los diputados llenos) y 796 mortales, un 9,15% más que en 2023, (4 aviones de tamaño medio).
En la provincia de Córdoba se han producido más de 9 mil accidentes laborales con baja (26 diarios), de los que 106 fueron graves (2 cada semana) y 12 muertes. Somos la primera provincia andaluza con mayor índice de incidencia de accidentes con baja y la tercera en accidentes mortales. No hablamos de números sino de personas y familias
Desde la HOAC demandamos:
- Que las empresas cumplan la legislación en materia de prevención. Cada centro de trabajo debe tener planes de prevención propios que respondan a los riesgos reales de su actividad.
- Que el Gobierno y los agentes sociales prioricen el análisis y la adopción de medidas para minimizar esta lacra y controlen más eficazmente el cumplimiento de la ley.
- Que se realicen campañas públicas potentes y urgentes de sensibilización, para dar visibilidad a este problema social. En este aspecto, cobran especial relevancia los medios de comunicación ¡Qué poco eco tiene en los medios la siniestralidad y la falta de salud en el trabajo!
Y denunciamos este “descuido” de la vida humana, al tiempo que nos comprometemos a seguir acompañando a las víctimas de la siniestralidad y la enfermedad laboral y sus familias y a promover, desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, iniciativas y propuestas que propicien un trabajo decente y saludable. De esta manera estaremos colaborando con las orientaciones del papa Francisco:
“¡No más muertes en el trabajo! Y esforcémonos por lograrlo”.