Reflexión de Domingo Ruiz Leiva Consiliario Diocesano de la HOAC de Córdoba
Es normal, cuando sobrevienen catástrofes como esta del COVID-19, escuchar cosas como que esta pandemia es “un castigo de Dios por nuestras maldades y pecados”, relacionándolo con gobiernos secularistas o defensores de la eutanasia, etc. Todavía hay muchos cristianos que creen en un «Dios juez castigador». También los hay que no paran de pedir la intervención divina que, de manera milagrosa, haga que todo vuelva a ser como antes.
Nuestro Consiliario nos recuerda que el Dios en el que creemos, el Dios de Jesús, es un Dios-Amor que actúa en el mundo a través de nuestro compromiso en favor de las personas más necesitadas.