La HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) somos un grupo de mujeres y hombres cristianos que quieren hacer presente a Jesús y su mensaje en el Mundo Obrero. Por esto, queremos sumarnos a esta Jornada orientándola desde uno de los elementos que nos configura como humanidad: el trabajo, que, convertido en mercancía, está contribuyendo, en gran manera, a generar pobreza.
Los datos hablan por sí solos: Córdoba tiene cuatro de los quince barrios más pobres de España, la cifra de paro asciende al 20,67%, siendo muy superior a la media nacional (las mujeres mayores de 45 años son las más afectadas), la vivienda resulta inaccesible para muchos colectivos y los desahucios subieron de forma considerable, el 19% de los jóvenes de Córdoba de entre 18 y 24 años sufren fracaso escolar, y un largo etcétera.
Está pobreza no es querida por Dios, porque mata, porque es hija de la injusticia, la explotación, la violencia.
La HOAC no puede permanecer ajena a esta realidad. No debemos olvidar que «Los pobres aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano» (Juan Pablo II, «Laborem exercens», 8).
Por eso, proponemos:
– Repartir el trabajo.
– Abrir caminos para extender la defensa del trabajo digno en la sociedad y en la Iglesia llevando la realidad obrera a nuestras comunidades desde las personas precarias, desempleadas, empobrecidas…
– Generar prácticas de solidaridad con las y los trabajadores que sufren esta realidad.
Esto lo hemos puesto de manifiesto hoy martes 8 de noviembre en la rueda de prensa que ha tenido lugar en el templete del bulevar Gran Capitán y lo desarrollaremos y profundizaremos el jueves 10 de noviembre,enla charla “La precariedad y la pobreza matan” ¿Cómo dar respuesta? a cargo de Sebastián Mora Rosado (Doctor en sociología, profesor en la universidad pontificia de Comillas y exsecretario general de Caritas Española), que tendrá lugar a las 19 horas en el salón de actos de Caritas diocesana situado en la c/ Duque de Fernán Núñez s/n.
Que esta jornada, a la que nos invita la Iglesia, se convierta en una oportunidad de gracia para hacer un examen de conciencia personal y comunitario y preguntarnos si la pobreza de Jesucristo es nuestra fiel compañera de vida.
El domingo 16 de octubre, en la parroquia San Vicente Ferrer del barrio de Cañero, la HOAC de Córdoba ha celebrado una Eucaristía y una convivencia posterior para agradecer a Juani y Paco tantos años de dedicación a la HOAC, al mundo obrero y a la Iglesia.
Al acto asistieron la presidenta y el consiliario general de la Comisión Permanente de la HOAC, la Comisión Interdiocesana de Andalucía y militantes de Sevilla y Málaga.
También quisieron expresar su reconocimiento, además de familiares de Juani y Paco, vecinos y vecinas, militantes de distintas organizaciones que han compartido compromiso y vida con ellos y, por supuesto, militantes y simpatizantes de la HOAC de Córdoba.
La Eucaristía estuvo presidida por Rafael Herenas, consiliario de la HOAC de Córdoba y contó con distintas intervenciones en las que se puso de manifiesto como sus vidas han estado construidas desde la fe en Jesucristo con una opción por los empobrecidos del mundo del trabajo. Una vidas, por ello, cargadas de coherencia, entrega y compromiso, vividas desde las virtudes de pobreza, humildad y sacrificio y coronadas todas ellas por el AMOR a Cristo personificado en “los cristos” del mundo obrero.
Al término de la Eucaristía y antes de comenzar la comida compartida, se proyectó un video en los que distintas personas y organizaciones en las que están comprometidos: STOP desahucios, Córdoba acoge, CC.OO., barrios ignorados y, desde luego, la HOAC de Córdoba, les dieron las GRACIAS por la entrega y donación generosa de sus vidas.
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente celebra el 7 de octubre uniendo compromiso y fe
El viernes 7 de octubre la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente celebró en la diócesis de Córdoba un acto público y una Eucaristía bajo el lema “Sin compromiso no hay trabajo decente”. Personas procedentes de parroquias, movimientos apostólicos y organizaciones eclesiales marcharon desde distintos lugares de la diócesis con dorsales con el número 071022, fecha de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, concentrándose en la plaza de las Tendillas. Allí de manera simbólica presentaron las situaciones de precariedad que envuelven el mundo del trabajo y se comprometieron a erradicarlas, al mismo tiempo, también hicieron visible la necesidad de construir un trabajo decente como nos indica la Doctrina Social de la Iglesia y el magisterio del Papa Francisco. Posteriormente marcharon hacia la parroquia de San Nicolas de la Villa donde celebraron una Eucaristía presidida por Don Antonio Prieto, Vicario General de la diócesis. En ella pusieron ante el altar el sufrimiento que la manera indecente de concebir y organizar el trabajo en nuestra sociedad acarrea a las familias trabajadoras. También, como acción de gracias, se comprometieron a seguir llevando el Evangelio al mundo obrero en sus condiciones de vida y trabajo.
Esta iniciativa de Iglesia por el Trabajo Decente está formada en nuestra diócesis por organizaciones eclesiales, entre las que se encuentran la Acción Católica Obrera (ACO), Cáritas diocesana, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandades del Trabajo, Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Juventud Obrera Cristiana (JOC), Manos Unidas, Delegación diocesana de Migraciones, Equipos Parroquiales de Pastoral Obrera y el Secretariado diocesano de Pastoral del Trabajo. Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar una cuestión esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y reivindicar el trabajo decente «hacia el interior de estas organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».
La iniciativa Iglesia por el trabajo Decente (ITD) comenzó su andadura en 2014, en Córdoba se ha constituido este año y está formado por organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, entre las que se encuentran Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), la Juventud Obrera Cristiana (JOC), Acción Católica Obrera (ACO), Manos Unidas, Delegación de Migraciones, Equipos Parroquiales de Pastoral Obrera y el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo. Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar una cuestión esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y reivindicar el trabajo decente «hacia el interior de estas organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».
En su manifiesto, “Sin compromiso no hay trabajo decente” (que se adjunta abajo), con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, del próximo 7 de octubre – “para celebrar y reivindicar el trabajo como derecho y actividad para el cuidado de las personas, del bien común y del planeta”-, subraya que “todavía hay millones de personas trabajadoras que siguen sin poder acceder a un empleo de calidad”. “El alto paro estructural y el empleo precario aqueja a miles de personas, sobre todo mujeres y jóvenes”, apunta.
Frente a esta situación, ITD reivindica “la necesidad de seguir vigilando y regulando las condiciones laborales para que sean decentes”. Reclama también que se incorpore a la agenda política la atención de las causas que provocan esta “tragedia tan extendida” de siniestralidad laboral, ya que “dos personas trabajadoras mueren cada día en nuestro país, como resultado de no garantizar la seguridad y salud en el trabajo”.
Sin hombres y mujeres comprometidas, no será posible el trabajo decente. Por ello, ha organizado para esta Jornada Mundial un acto público que tendrá lugar a las 19h en la plaza de las Tendillas y, posteriormente, a las 20h, una Eucaristía que se celebrará en la parroquia San Nicolás de la Villa.
Como todos los años en el mes de mayo, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), movimiento eclesial especializado en el mundo del trabajo, celebra su día. Bajo el lema “Soñar el Trabajo Digno, construyendo Prácticas de Comunión”, queremos aportar nuestra reflexión sobre el trabajo humano y realizar una serie de actividades de celebración, denuncia y reivindicación.
El trabajo forma parte de nuestra humanidad, es una necesidad para realizarnos como personas y como sociedad. Pero, para que esto sea posible, es necesario que se reconozca la dignidad que tiene el trabajo y que las condiciones en las que se realiza sean dignas, es decir, respeten la dignidad de la persona trabajadora.
Desde estas premisas, nuestras propuestas van encaminadas a:
Favorecer que todas las personas tengan acceso a un trabajo decente.
Defender las necesidades y derechos de los y las trabajadoras más vulnerables.
Defender los derechos sociales.
Reivindicar otra distribución de la riqueza más justa.
Potenciar espacios de encuentro donde compartir visiones, impresiones, análisis y crear puentes entre el mundo obrero y la Iglesia, entre personas trabajadoras y sindicatos, donde compartir la historia pasada y presente, para juntos, comprometidos en las mediaciones del mundo obrero, construir el sueño futuro.
Fomentar la economía del bien común y vivir y generar prácticas de consumo responsable, personales y comunitarias que cuiden a las y los trabajadores y al planeta.
Sumar personas a todas estas iniciativas y gestos.
Para hacer visible lo anterior hemos preparado una serie de actos:
El Dia 15 de mayo en el barrio del Parque Figueroa de Córdoba:
12 horas. Eucaristía en la parroquia Ntra. Sra. de la Asunción
13 horas. Gesto público de denuncia y reivindicación en la plaza de la Marina Española.
El Día 19 de mayo en la parroquia de San Hipólito:
19 horas, Charla-coloquio “Propuestas sobre el trabajo digno” a cargo de José Luis Molina García (militante de la HOAC de Córdoba).
Concentración/gesto público el viernes día 22 a las 20 horas en el Bulevar Gran Capitán.
Con este gesto, nos unimos a la OIT que conmemora el 28 de abril el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo con el fin de promover la prevención de accidentes laborales y enfermedades profesionales en todo el mundo.
A pesar de los avances que indudablemente se han producido en materia de prevención de riesgos laborales, lo cierto es que nos seguimos despertando con la muerte de un trabajador/a casi diariamente.
A esto hay que añadir que muchas personas ven su salud mermada en el trabajo o como consecuencia de él, con la dificultad añadida de que en demasiadas ocasiones nunca será reconocida como enfermedad profesional.
Sin embargo, todo esto permanece sepultado bajo un silencio ensordecedor que mantiene en el imaginario colectivo la idea de que el accidente llega de la mano de la imprudencia o del infortunio, lo que hace ver este problema como un asunto individual, exclusivo de quien lo sufre. No en vano son llamadas las víctimas olvidadas y silenciadas. Pero la siniestralidad no es una cuestión privada, tiene causas que se pueden prevenir y evitar, por eso es un problema social y, como tal, político, consecuencia de las relaciones laborales injustas, que priorizan el rendimiento económico por encima de la persona.
Por todo ello, es imprescindible que la siniestralidad y la salud laboral se hagan visibles en la sociedad, que aparezcan en las agendas políticas y que tanto las administraciones como los agentes sociales, los medios de comunicación y los ciudadanos, a través de sus asociaciones, se impliquen para erradicar esta lacra que dice muy poco en favor de la calidad del empleo en nuestro país y está desangrando a tantos miles de familias cada día.
La HOAC, como movimiento eclesial, especializado en el mundo del trabajo, tenemos una especial sensibilidad ante las malas condiciones laborales que son, a la postre, las causantes de la siniestralidad. Las mujeres y hombres de la HOAC estamos empeñados en fomentar los valores del Evangelio en esta realidad de vulnerabilidad del mundo obrero. Algo que pasa inevitablemente por luchar junto con los trabajadores y trabajadoras por la justicia en sus condiciones de vida y trabajo.
Os esperamos.
Para descargar el artículo de prensa de abajo, haz click en el título:
El siete de marzo, con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo organizó una mesa redonda titulada “La precariedad tiene rostro de mujer. Un reto para la Iglesia”, en la parroquia San Vicente Ferrer. En la misma participaron:
Marisol Pineda, trabajadora del sector de la limpieza de Córdoba
Maribel Fernández, militante de Acción Católica Obrera (ACO)
Rosa Casillas, militante de la Juventud Obrera Cristiana (JOC)
Soledad Crespo, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
Melani Ruiz, militante de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), que actuó como moderadora.
El objetivo de la jornada fue “reflexionar sobre la situación actual de la mujer en el mundo del trabajo, especialmente de los colectivos más vulnerables como son el de las trabajadoras de la limpieza, el de cuidados y las empleadas de hogar, así como profundizar en los retos que esta realidad plantea a la Pastoral del Trabajo y a toda la vida y misión de la Iglesia”.
Para ver todo el desarrollo de la mesa redonda, haz click aquí
Como cada año, la Hermandad Obrera de Acción Católica de Córdoba (HOAC) ha celebrado el sábado 12 y el domingo 13 de marzo en la Casa Diocesana de Espiritualidad “San Antonio” las jornadas de espiritualidad que suele realizar en el marco de la cuaresma.
En esta ocasión, y conducidas por un magistral José García Caro (Pepe Mairena), consiliario de la HOAC de Sevilla y de la Comisión de Andalucía, hemos querido, ante el reto que nos interpela del “descuido y abandono que amenaza con la destrucción de nuestra humanidad”, afrontar (siempre desde la visión del Papa Francisco), la espiritualidad del cuidado. Si la tarea esencial del cristiano es “ocuparse de la fragilidad humana”, hemos de percibir al ser humano como cuidador, cuidador de los demás y cuidador de la naturaleza, nuestra casa común. Para ello dimos como cinco pasos:
(Para escuchar las ponencias hacer click en el nombre de cada una)
Concluimos con la celebración de la Eucaristía donde oramos y sentimos nuestra firme voluntad de vivir desde esa “cultura del cuidado que se nos impone, porque el deterioro de la creación (naturaleza) es como la representación sacramental del deterioro y deshumanización de los empobrecidos de la tierra y, al revés, el pobre que clama al cielo es también un grito ecológico”.
Salimos fortalecidos por el Espíritu y entusiasmados para intentar hacer realidad esa espiritualidad del cuidado tan esencial en nuestro mundo de hoy.
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Córdoba presenta el libro Entre el Tabor y el Calvario. Una espiritualidad «con carne», de Jesús Martínez Gordo (Ed. HOAC, 2021).
La presentación tendrá lugar el viernes 11 de febrero a las 19 horas, mediante videoconferencia a través de la plataforma ZOOM, con la intervención de su autor, el sacerdote y teólogo Jesús Martínez Gordo. El enlace para acceder al acto es el siguiente:
El autor desarrolla la idea de que un Dios en las alturas sin relación con la vida diaria de la persona, no se corresponde con la idea de Dios del cristianismo. La espiritualidad acompaña y está presente en la vida de las personas, que buscan sentido a su existencia, interpretan los acontecimientos que marcan su desarrollo y sienten un anhelo de trascendencia más o menos consciente a lo largo de las diversas etapas de su trayectoria.
La novedad del libro reside en su referencia a tres montes, tres cumbres de la espiritualidad cristiana y la importancia de la conjunción que une las cumbres. Así, el Tabor, el Calvario y el monte de las Bienaventuranzas forman un itinerario interrelacionado por el que ha de discurrir en todo momento la experiencia del Dios anunciado por Jesucristo.
Jesús Martínez Gordo es sacerdote de la diócesis de Bilbao. Catedrático emérito en la Facultad de Teología del Norte de España. Miembro de Cristianismo y Justicia. Profesor invitado del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Pío XII de San Sebastián y de la Pontificia Facultad Teológica de la Italia Meridional y auxiliar del equipo ministerial de la unidad pastoral de Basauri.
Desde el comienzo de su andadura, militantes de la HOAC de Córdoba asisten y participan en la práctica totalidad de las semanas nacionales celebradas, acentuando las de Madrid (en distintos años), Bilbao (1954), Toledo (años 58, 59 y 61), Valladolid (1960), etc. Resaltamos de forma especial dos de ellas:
La IV Semana Nacional celebrada en Ávila (1949) cuyo tema de fondo fue “por lo social al Espíritu”, donde Fray Albino impartió una ponencia.
La XIV Semana Nacional de Toledo (1959), en la que “en consonancia con el contexto de estabilización económica su tema central fue: repercusiones de la situación económica en los planos cultural, económico y social”[1]. En ella Diego Delgado impartió una importante ponencia sobre el “Plan de Estabilización” con el que el régimen franquista pretendía romper con la autarquía e iniciar un periodo de crecimiento económico.
Sin embargo, para la HOAC de Córdoba la que merece especial atención por su repercusión para la diócesis fue, sin duda, la XI Semana Nacional celebrada en la capital cordobesa del 9 al 15 de septiembre de 1956 y que tuvo como hechos clave la asistencia de delegados de la FIMOC (Federación Internacional de Movimientos Obreros Católicos) y la celebración de sesiones conjuntas, por primera vez, con la I Semana Nacional de la HOACF (Hermandad Obrera de Acción Católica Femenina) para tratar temas como el de la familia, el mantenimiento del hogar, etc.
El trabajo de la semana, cuya organización corrió a cargo de la CD de Córdoba, “se preparó con encuestas anteriormente divulgadas, además de ponencias editadas y recopilaciones de textos pontificios”.[2]
Tuvo lugar en el Seminario Diocesano y, como anécdota, que puede servir para ilustrar tanto las condiciones (en ocasiones precarias) en las que se celebraban, como también las relaciones que existían entre la HOAC y sus militantes con determinados sacerdotes, así como la intervención providencial de Fray Albino (una más de las muchas que tuvo para con la HOAC), queremos contar aquí la siguiente:
La XI Semana Nacional, como muchas otras, tuvo una serie de inconvenientes en la organización. Uno de ellos y esencial fue el lugar de celebración. Estaba previsto que se hiciera en el Seminario Diocesano, pero al ser en septiembre, aún no había dado comienzo el curso escolar, por lo que los seminaristas permanecían de vacaciones. Se disponía del salón, se disponía de los dormitorios y de las camas, pero no era posible disponer de los colchones (propiedad de los seminaristas) ni de ningún tipo de ropa de cama o accesorio, que los seminaristas, cada final de curso, se llevaban a sus domicilios.
Para resolver este problema hubo de intervenir D. Juan Font que haciendo uso, una vez más, de su capacidad para influir, consiguió que un tal Illescas, que regentaba un establecimiento de colchones, los ofreciera con todo lo necesario para que se pudiera celebrar la semana.
Solucionada la cuestión, apareció un segundo y más grave inconveniente. El padre Cuenca, que estaba en aquel tiempo en el seminario, manifestó su oposición a que la semana se celebrara allí. La CD, entonces, se pone en contacto con Fray Albino para exponerle la situación. Fray Albino recomienda buscar por todos los medios un lugar de celebración alternativo. “Si no lo encontráis, diga el Padre Cuenca lo que diga, nosotros vamos a celebrar aquí, en el seminario la Semana Nacional”. Se trabajó intensamente, sobre todo en colegios de órdenes religiosas, pero no fue posible encontrar un lugar capaz de alojar las aproximadamente 300 personas en que se calculaba la asistencia. De vuelta a Fray Albino, este mantuvo su palabra concediendo el permiso para que se celebrara en el seminario.
Concluida la semana hizo llamar a la CD de Córdoba para felicitarla y expresarle el impacto positivo que el desarrollo de la semana le había causado. A partir de ahí, la HOAC de Córdoba tuvo acceso al Seminario Diocesano, al que acudía a explicar a los seminaristas una vez al mes las condiciones y circunstancias del mundo del trabajo, así como la propia organización de la HOAC (hay que tener en cuenta que en esos años el seminario, a diferencia de la época actual, era un auténtico hervidero de vocaciones).
Es de justicia reconocer que la XI Semana Nacional tuvo una gran repercusión, tanto por la buena asistencia y participación de los militantes, como por la extensión que de ella se hizo a la sociedad cordobesa mediante el esfuerzo militante de difusión y la cobertura prestada en los medios de comunicación.
V LA REPRESIÓN
A medida que los militantes de la HOAC de Córdoba iban creciendo en conciencia, también iba aumentando su compromiso con el mundo del trabajo, destacando:
La labor desarrollada en los comités de empresa de la época de las principales industrias cordobesas.
El fortalecimiento del sindicato CC.OO.
El papel protagonista de algunos militantes de la HOAC en la firma de los primeros convenios colectivos.
Las actividades de formación encaminadas a crear conciencia en las bases trabajadoras del sistema social injusto en el que estaban inmersos y de la necesidad del cambio.
Los cursillos y un largo etc.
El desarrollo de este compromiso, que en la HOAC fue conocido como “el compromiso temporal”, tuvo repercusiones importantes fundamentalmente por el progresivo recelo de las autoridades civiles y la policía, lo que provocó no pocos momentos de tensión, al margen de la vigilancia casi constante a que se sometió a los militantes de la HOAC y a la propia organización. Algunos ejemplos significativos fueron:
Suspensión de la publicación ¡ADELANTE!, antes citada.
Detención de Diego Delgado, que fue retenido durante largas horas en Comisaría.
Suspensión de actos y reuniones. En Cañero, ante el Plan de Estabilización, se organizaron unas conferencias y se repartieron impresos al público. D. Bartolomé dio el visto bueno con el sello de la parroquia. Este escrito fue a parar, no se sabe cómo, a manos de la Brigada Social que no tardó en ir a detener al autor. D. Bartolomé se hizo responsable (no lo detuvieron, pues arrestar a un párroco tenía sus inconvenientes, aún en el régimen), pero suspenden los actos.
Suspensión de la conmemoración del 1º de mayo, que la HOAC quería celebrar multitudinariamente en el Gran Teatro con la presencia de Fray Albino y la participación de Morillo (quizá él fuera la causa) y el padre Carlos. El mismo día de la celebración la policía y los llamados “grises” (Policía Nacional Antidisturbios), rodearon totalmente el Gran Teatro no permitiendo el acceso a nadie. El acto fue suspendido por el Gobernador Civil.
Presencia de delegados gubernativos en actos y asambleas de la HOAC de Córdoba.
Presencia de policía secreta en las homilías de sacerdotes de la HOAC.
Citación a Antonio Navarro para comparecer ante el Tribunal de Orden Público, acusado de hablar de Lenin y Marx. Fray Albino lo impide.
Antonio Navarro, en su libro apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba (pág. 135) relata un suceso relacionado con lo dicho anteriormente: “vino un militante de la HOAC Nacional para decirnos, al oído, que la policía tiene orden de echar su coche encima de nosotros y decir luego que ha sido un accidente. También, que van a buscar el desprestigio moral de alguno. De lo primero tengo la experiencia, tal vez accidental, que al salir de la calle Eduardo Dato, del despacho de D. Rafael Sarazá, que llevó siempre nuestros asuntos, un coche de la policía se me echó encima y gracias a mis rápidos reflejos pude evitarlo”.
Todo ello no hizo sino elevar el prestigio creciente que la HOAC de Córdoba y sus militantes se habían ganado ya en el seno del mundo obrero y del incipiente movimiento obrero que comenzaba a despertar.
[1] Las referencias y contenidos de las semanas nacionales están recogidas del libro Aproximación a la historia de la HOAC 1946-1981, págs. 289-30 de Basilisa López García.