75 Aniversario de la HOAC

Concluye la celebración del 75 aniversario del nacimiento de la HOAC, encuentro entre la Iglesia y el mundo obrero, con una Eucaristía el 28 de noviembre a las 12 h, en la Catedral de Córdoba, presidida Monseñor Demetrio Fernández.

Hace un año, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos  iniciaba la celebración de su aniversario, un acontecimiento eclesial compartido con el mundo obrero y del trabajo.

Ha sido y es un momento extraordinario de memoria agradecida al pasado, para proyectar el futuro, en la vivencia comprometida del presente, “tendiendo puentes y derribando muros” en el mundo del trabajo.

El 3 de noviembre de 1946, en la clausura de la I Semana Nacional celebrada en Madrid, se sitúa la fecha de nacimiento de la HOAC, el proyecto que los obispos españoles encargan a Guillermo Rovirosa, promotor y primer militante (actualmente en proceso de canonización), de impulsar una Acción Católica especializada para la presencia y la evangelización del mundo obrero.

75 años después de aquella, queremos celebrar una Eucarística para concluir este aniversario y expresar nuestra acción de gracias por la vida de tantos militantes, hombres y mujeres, laicos y sacerdotes, que han entregado, y siguen hoy ofreciendo, su vida para llevar el Evangelio, al mundo obrero y traer a la Iglesia las alegrías y las penas, las miserias y las grandezas del mundo del trabajo.

La Eucaristía, que se celebrará el día 28 de noviembre a las 12 de la mañana en la Catedral, será presidida por Monseñor Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba

RETIRO DIOCESANO 11 septiembre 2021

            Como cada año, la Hermandad Obrera de Acción Católica de Córdoba (HOAC) ha celebrado el sábado 11 de septiembre en la Casa Diocesana de Espiritualidad “San Antonio” su habitual retiro que supone, por un lado, el pistoletazo de salida del nuevo curso para los equipos y militantes y, por otro, revalidar y reafirmar los cimientos de nuestra fe como pilar básico de nuestro compromiso en y con el mundo del trabajo.

            En esta ocasión, hemos hecho presente la realidad de precariedad, explotación y exclusión que se está enseñoreando del mundo obrero y del trabajo con testimonios de personas que la están sufriendo en sus vidas. Esta realidad de sufrimiento, la hemos iluminado desde la palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia para terminar realizando un discernimiento en torno al compromiso personal y comunitario que debemos tener para que el mundo sea más humano y más justo haciendo visible a Jesucristo en él.

Vamos a reproducir en estas páginas lo más relevante del retiro para aquellos que no tuvieron oportunidad de asistir.

ORACIÓN INICIAL

A resaltar las dos antífonas que fueron calando en nuestro ánimo:

  • “Señor enséñame a ver detrás de cada palabra, un hermano”.
  • “Pon tus capacidades al servicio de la comunidad”

Y también esta oración

¡Si tú cambiaras!

La realidad de este mundo que vemos y admiramos todos, tiene deficiencias. Vemos cosas que no están bien, que desentonan, que serían mejorables.

¿Qué hacer?

Muchos adoptan esa postura fácil del lamento, del menear la cabeza desaprobando, del cruzarse de brazos en actitud de espera.

¿Comprendemos nuestra responsabilidad?

¿Nos damos cuenta de que, al mejorar tú y yo, ese mundo habría mejorado?

  • Si yo cambiara mi manera de pensar hacia otros, me sentiría sereno.
  • Si yo cambiara mi manera de actuar hacia los demás, les haría felices.
  • Si yo aceptara a los demás como son, sufriría menos.
  • Si yo me aceptara tal cual soy, cuánto mejoraría mi hogar, mi ambiente.
  • Si yo comprendiera mis errores, sería humilde.
  • Si yo deseara siempre el bienestar de los demás, sería feliz.
  • Si yo me fijara en lo positivo de todos, la vida merecería vivirse.
  • Si yo amara al mundo lo cambiaría.
  • Si yo me diera cuenta de que, al lastimar, el primer lastimado soy yo, pasaría haciendo el bien.
  • Si yo criticara menos y amara más, la vida sonreiría.
  • Si yo cambiara, el mundo habría cambiado…

Soñamos con un mundo mejor, con un mañana distinto. Es un quehacer para todos, también para ti.

Esa situación de un mundo que no nos llena, nos cuestiona e interpela.

No esperes a ocupar un gran puesto en esta sociedad. Hay pequeñas dosis de felicidad que tú tienes en tu mano. No cierres el puño. Ábrelo y date.

Ser solidario es conocer la realidad y sus problemas, compartir luchas y esperanzas y arrimar el hombro…

Ser cristiano no es contar lo que hizo Jesús, es hacer lo que Él hizo. Él vio el mal, bajó a ese mundo y quiso que el pueblo tuviera vida y la tuviera en abundancia…

Esa solidaridad nos hará creíbles y testigos ante los hombres.

Hoy el mundo está cansado de palabras y busca obras, personas de bien. El mundo y Dios cuentan contigo. No los defraudes.

“El mensajero seráfico”

1ª REFLEXIÓN:

VER

TESTIMONIO 1

Soy mujer, tengo 45 años. Antes trabajaba en el metal, nunca más de un año seguido, para no tener que hacerme fija. Una vez, mientras hacía tiempo para que me volvieran a llamar, decidí buscar otro empleo: necesitaba independencia económica. Una empresa de trabajo temporal (ETT) me contrató para labores de empaquetado. En esa empresa los contratos son de lunes a viernes. Si lo haces bien, te vuelven a llamar y te cambian de sección para que no establezcas relaciones con las compañeras de trabajo. Todos los viernes, al acabar la semana, mis compañeras y yo miramos rápidamente el móvil para ver si trabajaremos la semana siguiente. Es la agonía de todas las semanas. El ambiente es de incertidumbre, nerviosismo y malestar. Al llegar los viernes siento una opresión en el pecho y me pongo de mal humor. Los sindicatos han intentado entrar, pero lo tienen muy difícil, ya que nadie abre la boca. Y lo peor de la situación es que todo esto es legal.

TESTIMONIO 2

Trabajo en una residencia de ancianos. Al iniciarse la pandemia, las auxiliares no disponíamos de equipos de protección individual; los confeccionábamos nosotras con bolsas de basura, a partir de las fotos que nos mandaban las compañeras por redes sociales. Solicitamos el uso de mascarillas y la respuesta de la empresa fue que no era aconsejable para no crear alarma a los residentes. Al salir a la luz la precaria situación en mi residencia, enviaron algunos medios de protección.

Como podéis imaginar, la mayoría de las trabajadoras y trabajadores terminamos contagiándonos, tuvimos que aislarnos en casa, algunas compañeras acabaron en la UCI y algunos residentes fallecieron.

La dirección nos ha hecho sentir, de forma sutil, que éramos las responsables de haber introducido el virus en la residencia y no quiere asumir que gran parte de lo sucedido ha sido por los fallos en las medidas de prevención.

JUZGAR DESDE LA PALABRA DE DIOS Y EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

Ahora vamos a mirar esa realidad con los ojos de Dios, para ver cómo Él ve y obrar cómo Él obra, siempre a favor de los más desfavorecidos…, indicando el camino para ser y vivir como personas.

Se dio lectura del Evangelio según San Mateo, 20 1-16 (los jornaleros de la viña)

Y, a continuación, se leyó un pasaje de Cáritas in veritate del Papa Benedicto XVI que dice: “La economía de cualquier país debe servir a la gente, no al revés. El trabajo es más que una manera de ganarse la vida; se trata de una forma de continuar participando en la creación de Dios. Si la dignidad del trabajo se va a proteger, los derechos básicos de los trabajadores deben ser respetados: el derecho a un trabajo productivo, a salarios dignos y justos, a la organización y la unión de los sindicatos… En muchos casos la pobreza resulta de una violación de la dignidad del trabajo humano, bien porque se limitan sus posibilidades (desocupación, subocupación), o porque se devalúan los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia

Posteriormente, se nos invitó a reflexionar lo que nos dicen estos textos ante la situación que vivimos en el mundo del trabajo.

ACTUAMOS PARA TRANSFORMAR NUESTRO MUNDO

Nos dice el Papa Francisco (Encuentro Mundial de Movimientos Populares, Santa Cruz 2015) “No hay peor pobreza material que la que no permite ganarse el pan y privar de la dignidad del trabajo. El desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son el resultado de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima de la persona

Para cambiar esta situación en la HOAC hemos decidido actuar desde la defensa del trabajo decente, por eso:

  • Ponemos en el centro a la persona, rompiendo la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unas pocas personas.
  • Planteamos el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo: distribuir de manera justa y digna el empleo y reconocer socialmente todos los trabajos de cuidados necesarios para la vida humana.
  • Luchamos por condiciones dignas de empleo: sin lucha por la afirmación de los derechos de las personas en el empleo no es posible humanizar el trabajo.
  • Buscamos una sociedad que articule de forma humanizadora el trabajo y el descanso.
  • Queremos luchar por la defensa de los derechos humanos y, en concreto, por el derecho al empleo digno.

Hubo un tiempo de silencio en el que se invitó a que cada persona haga su compromiso o compromisos concretos ante el Señor.

2ª REFLEXIÓN

  1. Este es nuestro único Señor

Este es Jesús sacramentado, nuestro Señor, nuestro único Señor. No podemos servir a Dios y a otros dioses, como nos ofrece nuestra sociedad consumista y materialista. “Nadie puede estar al servicio de dos amos, porque aborrecerá a uno y querrá al otro, o bien se apegará a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero (Mt 2, 24) No podemos poner nuestro corazón en Jesucristo, y al mismo tiempo, ponerlo en otros ídolos que van devorando nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Tú ¿Dónde tienes puesto el corazón? Mira hacia el altar, es el cuerpo de Cristo, el mismo que cuando estaba en la cruz pronuncio tu nombre y te dijo: “Entrego mi vida por ti, para que comprendas lo que te amo y entiendas que solo podrás tener Vida Plena y Eterna si la pones al servicio del Plan de Dios para toda la humanidad: que viváis como hermanas y hermanos, como hijas a hijos de un mismo Padre” Solo desde el amor podemos entretejer relaciones de fraternidad. En estas relaciones no podemos olvidar al hermano, especialmente al mas débil, al pobre y desvalido. Ellos, los empobrecidos, son custodia de Cristo. Jesús de Nazaret está en ellos. “Os lo aseguro: cada vez que lo hicisteis con un hermano mío de esos más humildes, lo hicisteis conmigo.” (Mt 25,40). En el altar esta el cuerpo de Cristo, el cuerpo de una víctima injustamente ajusticiada en Cruz… y resucitada. Una víctima a la que dios Padre no olvido, ni la muerte ni el pecado, ni la injusticia tienen la ultima palabra. Las víctimas de nuestra historia, las personas caídas al borde del camino…tampoco son olvidadas por Dios. El mundo obrero y del trabajo, especialmente el más empobrecido, es también un lugar de encuentro privilegiado con Jesucristo. Jesús esta ahora pronunciando tu nombre, y te pregunta ¿a quien sirves? ¿a mi o a otros ídolos? Y si me sirves a mi ¿esta tu vida puesta al servicio de los que as te necesitan? Porque solo me puedes amar si unes tu vida a la vida de los pobres, si te haces responsable de su suerte que es la mía. “sigamos en manos de Dios para escucharlo y sentirlo e lo más profundo de nuestro ser.

2. El Divino Obrero de Nazaret

Jesús nació en una familia obrera. ¿Casualidad? Una familia que para poder vivir tenía que trabajar. Eran unos “don nadie”. Nazaret era un pequeño pueblo de Galilea, una tierra pobre y olvidada. Un territorio invadido por Roma donde la injusticia y el abuso estaban a la orden del día. Jesús aprendió el oficio de su padre, hacían un poco de todo, construcción, madera… Él sabía lo que era el trabajo duro, las jornadas interminables, el dinero escaso, la precariedad y la pobreza… Ser hombre y mujer trabajadora es experimentar la vida de Jesucristo. Trabajar no es una condena, aunque el egoísmo humano en eso lo convierte. No es una condena es una gracia de Dios que nos acerca a Jesús. ¿Por qué Señor hay tantos hombres y mujeres del mundo del trabajo que no te conocen? ¿Por qué en demasiadas ocasiones a los cristianos se nos olvida reconocer a Cristo en el sufrimiento del mundo obrero y del trabajo? Y el divino obrero de Nazaret sigue estando presente en los trabajadores y trabajadoras de nuestro tiempo. Y hay tanto sufrimiento y tanta injusticia en la manera de concebir y organizar el trabajo humano. Es ese mismo Cristo que adoramos, el que es echado al paro o a un ERTE, el que tiene que migrar porque no tiene futuro en su tierra, al que se le niegan sus derechos, se le explota en la economía sumergida, pierde su salud o muere en accidente de trabajo, encadena contratos de trabajo temporales, tiene horarios imposibles, cobra un salario injusto o invierte todos sus ahorros para poner n pequeño negocio como persona autónoma para poder sobrevivir… Es la misma Sagrada Familia la que no puede atender la educación de sus hijos, la que ve con angustia que no llega a final de mes, la que tiene dificultades para afrontar su hipoteca, la que es desahuciada de su vivienda, la que no puede pagar el recibo de la luz, la que viene a Cáritas pidiendo ayuda… Todos conocemos a estas personas que nos rodean, podemos ser incluso una de ellas ¿Cómo te duele ese sufrimiento? ¿Cómo te duele Cristo y como te duelen los “crucificados” de nuestra historia?

  • 3. Te pedimos perdón Señor.

Te pedimos perdón Señor, porque muchas veces vivimos mirando solo nuestro ombligo o buscándote en las alturas y en los pedestales… Pero Señor tu estas a nuestro lado junto a los hombres y mujeres del mundo obrero que tienen unas condiciones de vida precarias e injustas ¿Cómo es posible que no te busquemos entre ellas? Están tan cerca de nosotros y no las vemos, no las queremos ver. Sin darnos cuenta nos hemos dejado atrapar por otros ídolos. La búsqueda del bien particular, el amor propio, el ganar, gastar y gozar, el consumismo sin freno, el individualismo… se han colado por las rendijas de nuestro corazón. Te pedimos perdón porque queremos hacer compatible nuestra fe en ti y una vida de comodidad y de indiferencia ante el sufrimiento de los que nos rodean. Y eso es imposible. Tú nos llamas a ser místicos en el corazón del mundo, en el corazón también del mundo del trabajo. Te pedimos perdón por las veces que encerramos la Eucaristía entre los muros del templo y no la celebremos para seguir viviéndola cotidianamente entre las personas sufrientes. A eso nos llamas cuando nos dices “haced esto en memoria mía”, a que nos alimentemos de Ti para que también partamos nuestra vida y la entreguemos entre la gente. Eso es ser Evangelio en nuestras casas, en nuestros centros de trabajo, en nuestras organizaciones, en nuestras parroquias, en los distintos ambientes donde convivimos. Te pedimos perdón por no querernos complicar la vida. Que la pandemia, Señor, no sea una excusa para replegarnos sobre nosotros mismos. Tu conoces nuestro corazón. Ayudamos a seguirte en nuestra debilidad.

  • 4. Nuestra acción de gracias es un compromiso

En este tiempo de oración ante Ti, Señor, siento tu acogida y tu perdón. Experimento la gracia de tu amor. Tu nunca me abandonas, a pesar de haberte defraudado tantas veces. Tu amor misericordioso me hace sentirme una persona agraciada y agradecida. Pero ¿cómo puedo responder a ese amor? Y tú me contestas: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto”. (1 Jn 4, 20) Solo podemos responder al amor de Dios a través de nuestros hermanos y hermanas. Por ellos nuestra acción de gracias se expresa en un compromiso con aquellas personas que sufren, especialmente, con las mas desvalidas. Y un compromiso que, para ser cristiano, solo puede ser expresión de la Caridad, también la caridad social y política. El mundo obrero y del trabajo, especialmente el descartado, necesita de hombres y mujeres de fe que atiendan las consecuencias de la injusticia, la asistencia y promoción personal, pero también que se pregunten y afronten las causas de dicha injusticia para, con amor de Dios y a los hermanos erradicarlas. El amor también se concreta, como nos dice el papa Francisco en “… aquellos actos de la caridad que impulsan a crear instituciones más sanas, regulaciones más justas, estructuras más solidarias (181). De ahí que sea un acto de caridad igualmente indispensable el esfuerzo dirigido a organizar y estructurar la sociedad de modo que el prójimo no tenga que padecer la miseria (182). Es caridad acompañar a una persona que sufre, y también es caridad todo lo que se realiza, aun sin tener contacto directo con esa persona, para modificar las condiciones sociales que provocan su sufrimiento” (Fratelli Tutti, 186). Ahora, ante Cristo Sacramentado es el momento de ser agradecidos por su Amor y de expresar ese agradecimiento en un compromiso por nuestros hermanos y hermanas del mundo obrero y del trabajo. Un compromiso cristiano que sea concreción de la Caridad. Ayudar a través de Cáritas, comprometerme en Manos Unidas, participar en la asociación de vecinos de nuestro barrio, acompañar la vida de los trabajadores/as en un sindicato, desarrollar un compromiso en un partido político… Donde cada uno y cada una considere según sus posibilidades y vocación: Pero con la conciencia de que desde e Amor misericordioso y la Compasión que dios derrama en nosotros, todos son compromisos eclesiales. Es la Iglesia la que nos envía a llevar a Jesús y su Evangelio al mundo.

  • 5. La Virgen María, madre de Dios, una mujer del mundo obrero

María Madre de Dios, ruega por nosotros. María Madre de los pobres, ruega por nosotros. María madre del mundo obrero y del trabajo, ruega por nosotros. María una mujer sencilla, del pueblo. Una trabajadora infatigable. Una discípula que dijo si a la propuesta de vida que le ofreció Dios. ¡Cómo tuvo que cambiar su realidad! No debió ser fácil. Un ejemplo para nosotros/as. Tú ¿Cuántas veces eres capaz de decir, sin condiciones a lo que dios te ofrece? Ella es para nosotros un faro que nos ilumina en el seguimiento de Cristo. Ella nos enseña también que significa para los cristianos y las cristianas de hoy ser Madre de Dios. En la sencillez de un establo, entre los pobres y lejos de su tierra, dio a luz a Jesús. Unos trabajadores, los pastores, fueron los primeros en acoger y dar gracias a Dios por el Salvador, por el Liberador de toda esclavitud. Hoy, tú y cada uno de nosotros y nosotras estamos llamados como María a dar a luz a Jesús entre las personas que nos rodean, entre el mundo obrero y del trabajo, entre las familias trabajadoras en nuestros barrios. Estamos llamados a que nazca Dios en la realidad sufriente de nuestro mundo. A que las relaciones de anos y fraternidad sean las que presidan nuestros vínculos personales y sociales, también la economía, el empleo, la política… Eso significa que la persona debe ser el centro de toda la realidad y que solo podemos construir un proyecto social desde la búsqueda del bien común y la solidaridad. Eses es nuestro reto. Miremos a María, ella siempre nos lleva a Jesús. Madre ante tanto dolor e injusticia, sepamos nosotras y nosotros no mirar hacia otro lado y construir comunión. Dejemos nuestro corazón abierto a María, Madre de Dios, Madre de los pobres, Madre del mundo obrero y del trabajo.

Con posterioridad a cada una de las dos reflexiones se dio tiempo para la oración personal para las que se sugirieron las siguientes cuestiones:

  1. ¿Cómo estoy viviendo la relación con los pobres? ¿Cómo vivo la solidaridad? ¿Qué eco producen en mí los problemas sociales, los recortes a los derechos de las y los trabajadores…?
  2. ¿Soy consciente de que tengo que prescindir de cosas, dinero, actitudes…, para servir mejor al proyecto que Dios tiene para mi vida? ¿Soy consciente de que yo también tengo que cambiar?
  3. ¿Cómo llevo mi vida de oración? ¿Me encuentro con Dios como Padre desde la vida? ¿Doy importancia en mi vida a la celebración de la Eucaristía y la Penitencia? ¿Estoy convencido y trabajo para que, como rezamos en el Padrenuestro y nos enseña la doctrina social de la Iglesia, la tierra con todos sus bienes creados por nuestro Padre Dios, sean para utilidad de toda la familia?

Concluimos con la celebración de la Eucaristía donde oramos y sentimos nuestra firme voluntad de vivir desde Cristo, en comunión con la Iglesia, siendo fieles a los más pobres del mundo obrero.   

Salimos de él fortalecidos por el Espíritu y entusiasmados de cara al curso que comienza.

APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA HOAC DE CÓRDOBA

            III. LA FINANCIACIÓN

            Cuando el Obispo Fray Albino y D. Juan Font en su nombre, emprenden la realización de la Obra Social en Córdoba y se crea la Asociación Benéfica Sagrada Familia, D. Juan concede a la HOAC la regencia de varios bares propiedad de la Sagrada Familia. Sabemos por algunos documentos[1] que fueron:

  • El bar Jardín.
  • El bar Tenerife.
  • El bar Doble Cepa.
  • El bar Cañero.
  • El bar Granada.
  • El bar Montilla
  • El propio bar social.

            Este hecho, que se prolongó durante varios años puso a la HOAC en una situación difícil:

  • Por un lado, la HOAC tuvo el gran peligro de ser absorbida por la propia obra social y pasar a convertirse en una institución secundaria de obras sociales.
  • Por otro lado, la gestión de los bares absorbía la casi totalidad del tiempo y esfuerzo de la CD (como ejemplo: el vino lo suministraba la propia CD de las bodegas Pérez Barquero, que tenían prácticamente el monopolio del vino en los bares de la Sagrada Familia, por ser el propio Pérez Barquero miembro destacado de la misma). La reunión semanal de la CD se consumía entre envíos, suministros, intendencia y gestión económica y administrativa de los bares que gestionaba, por lo que no quedaba casi tiempo ni espacio para el desarrollo de la misión propia de la HOAC.
Fotografía tomada del libro: Apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba pág. 21 de Antonio Navarro Sánchez.

            Pasados unos años y conscientes de estos riesgos, la CD acordó pasar la gestión de los bares a un patronato independiente de la HOAC para que se hiciera cargo de ellos. Dicho patronato ingresaba a la HOAC una cantidad mensual que oscilaba entre las 4.000 y 5.000 pesetas de aquellos tiempos.

            Estos ingresos permitieron a la HOAC realizar su misión en el mundo del trabajo con mayor garantía y eficacia, así como el desarrollo de lo que algunos dieron en llamar las «Obras Propias», que no eran otra cosa que determinados proyectos que la HOAC financió en todo o en parte. Fruto de esta financiación y del trabajo desarrollado por los militantes se crean o se colabora en la creación de, citamos sólo algunas:

  • Unos talleres artesanales de esparto, mimbre y escobas.
  • La Tipografía Católica cuya primera sede la constituyeron los sótanos de unas casas del Campo de la Verdad cercanas al río. Desde el primer momento, la Tipografía Católica nace al calor de la HOAC, pero independiente de ella.
  • También se colabora con la Federación Sindical de Trabajadores (FST).

            De corte distinto y también de otro calado fue la participación de la HOAC en la creación y nacimiento del Círculo Cultural Juan XXIII. La HOAC no crea el Juan XXIII. Una serie de personas, entre las que se encuentran Paco Natera[2], los hermanos Manolo y José Aumente, Rafael Sarazá, Martínez Bjorkman y, con posterioridad, Manuel de la Rubia acuden a la HOAC con la pretensión de crear una asociación cultural para que, bajo el manto de la cultura, se vayan introduciendo toda una serie de elementos y posibilidades de organización y actuación política que, en esos años (los 60), ya se vislumbraba que debía y podía ir acercándose a un cambio político. El nombre de Juan XXIII surge en esas reuniones, muchas de las cuales tuvieron lugar en la parroquia de Santiago, a propuesta de José Aumente. A estas reuniones asisten como miembros de la HOAC, entre otros, Diego Delgado, Antonio Navarro y Juan Calvo de la Mora (tercer presidente de la HOAC de Córdoba, que sustituyó a Antonio Cantarero en 1963).

            Pero la pretensión no era solo la de crear una asociación cultural en los términos antes citados, sino que, además, fuese una obra cultural de la HOAC. La HOAC se niega a ello pues, aunque está de acuerdo en su creación, prefiere que sea una obra independiente. Esto representaba una complicación, y se sabía, porque fuera del paraguas de la HOAC la asociación no tendría cobijo ni respaldo de ningún tipo frente al régimen franquista. Con todo, y para que no pareciese una posición personal o particular de los militantes de la HOAC de Córdoba implicados en ello, se consulta a Madrid (Comisión Nacional) que da una respuesta fría, ambigua y diplomática en el sentido de que no habría inconveniente si no había más remedio de que fuese una obra de la HOAC, pero por la respuesta y el tono se dejaba ver claramente, que era preferible que fuera independiente.

            Una vez puestos de acuerdo y diseñados los objetivos, el reglamento y todo el entramado del Círculo Cultural, se celebra una reunión en casa de Balbino Povedano donde se lanza definitivamente el Juan XXIII.

Fotografía tomada del libro: Apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba pág. 26 de Antonio Navarro Sánchez.

            Pero retrocedamos, de nuevo, al tiempo en que el subarriendo de los bares proporcionó a la HOAC no solo el dinero necesario para financiar las “obras propias”, sino también la posibilidad de poder ejercer mucho mejor su misión (viajes, visitas a los centros de la provincia, escritos, folletos, cursillos…) dentro de la Iglesia y del mundo obrero. Sin embargo, esto no eximía a los militantes de aportar solidariamente una cantidad mensual en forma de cuota fija, que estaba establecida por la Comisión Nacional en torno a una peseta, aproximadamente. Una parte de esta cuota, al igual que se hace en la actualidad, se enviaba a Madrid para sufragar los gastos de la estructura general de la HOAC (reuniones generales, Comisión Nacional, etc.).


________________________________________

[1] Apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba págs. 19-26. Antonio Navarro Sánchez.

[2] Todo lo relativo a la creación del Círculo Cultural Juan XXIII procede, en exclusiva, de los testimonios de varios militantes de la HOAC de la época. Las referencias a Paco Natera y Rafael Sarazá solo fueron confirmadas por alguno de ellos.

DÍA DE LA HOAC

Los días 7 y 8 de mayo, la HOAC de Córdoba celebró su día, el Día de la HOAC, con una charla-coloquio, un gesto público en la plaza Amanecer del barrio de Fátima de la capital cordobesa y una Eucaristía, bajo el lema “Tendiendo puentes, derribando muros”.

Este año, que coincide con el 75 aniversario del nacimiento de la HOAC, el Día de la HOAC, enmarcado en la campaña “Trabajo Digno para una Sociedad Decente” que llevamos realizando desde hace varios años, quiere poner de manifiesto todo un conjunto de muros que la raíz economicista de la sociedad está levantando y que son fuente de precariedad, deshumanización, desigualdad y pobreza.

Muros que separan la riqueza de la pobreza, que aíslan a las personas de éxito de las excluidas y descartadas y que nos enfrentan en una lucha por la existencia haciéndonos creer que el éxito depende de la competitividad, y la lucha entre iguales, pero que también nos seducen… nos dan sensación de seguridad o de preservación de nuestros privilegios, frente a la situación vital de otras gentes.

Muros levantados por el sistema actualmente imperante globalizando la economía y eliminando cualquier regulación de los mercados que ponen en el centro al Dios dinero relegando a la persona a un segundo plano, desprotegiendo, mediante leyes y reformas laborales, la vida de quienes tienen que trabajar para vivir.

Ninguno de estos muros podría haberse construido sin el virus de la indiferencia y de la falta de empatía hacia el sufrimiento de los demás.

En la convicción de que los valores que nacen del Evangelio de Jesús son contrarios a estos muros, la HOAC, respirando Evangelio en medio del mundo obrero, hemos tratado en todos estos años de existencia de tender puentes, tanto en la Iglesia como en el mundo del trabajo y entre ambos. Puentes de encuentro, compasión, comunión, acogida, solidaridad, fraternidad y esperanza.

  • Viernes, 7 de mayo charla-coloquio: «Tendiendo puentes, derribando muros, 75 años de encuentro entre Iglesia y mundo obrero». A cargo de Maite Valdivieso de la HOAC de Bilbao

  • Sábado, 8 de mayo:
  • Gesto público en la plaza Amanecer de Fátima de Córdoba.
  • A las 12:30 Eucaristía en la Parroquia Nª. Sra. de Fátima.

Gracias a todas y todos por vuestro trabajo compartido y vuestro acompañamiento

Día de la HOAC 2021

En consonancia con nuestra campaña “Trabajo Digno para una Sociedad Decente” que coincide este año con el 75 aniversario del nacimiento de la HOAC, los días 7 y 8 de mayo la HOAC de Córdoba celebrará su día bajo el lema «Tendiendo puentes, derribando muros».

Con él, queremos mostrar con agradecimiento lo vivido en este tiempo, una HOAC que mantiene su propuesta evangelizadora en el mundo obrero y del trabajo desde que, allá por el año 1946, los obispos españoles encargaran a Guillermo Rovirosa impulsar este movimiento de Acción Católica especializado en el mundo del trabajo.

Durante todos estos años de vida hemos tratado, como indica el lema, de construir puentes y derribar muros, tanto en la Iglesia como en el mundo del trabajo y entre ambos, con una manera de ser, de estar y de comprender la realidad, que nos lleva a implicarnos y preocuparnos junto con otros para hacer posible un cambio hacia una nueva realidad de cuidados de la Humanidad y la madre Tierra.

Para este día, hemos organizado distintas actividades:

  1. El viernes, 7 de mayo a las 19 horas una charla-coloquio a través de la plataforma Zoom con el título «Tendiendo puentes, derribando muros, 75 años de encuentro entre Iglesia y mundo obrero». El enlace para asistir es: https://us02web.zoom.us/j/86442878086?pwd=d0RIQzJWV1oxaEpiQnB0WEQwQ0huUT09
  2. El sábado, 8 de mayo:
    • A las 11 horas gesto público en la plaza Amanecer de Fátima de Córdoba.
    • A las 12:30 Eucaristía en la Parroquia Nª. Sra. de Fátima.

Os esperamos

28 de abril Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

La OIT celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo el 28 de abril con el fin de promover la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en todo el mundo.

A pesar de los avances que indudablemente se han producido en materia de prevención de riesgos laborales, lo cierto es que nos seguimos despertando diariamente con la muerte en el trabajo, en concreto en 2020 murieron dos personas cada día.

Además de lo anterior, muchas personas ven su salud mermada a lo largo de su vida laboral, con la dificultad añadida del litigio interminable que deben realizar para que se reconozca que el trabajo es la causa.

Sin embargo, todo esto permanece sepultado bajo un silencio ensordecedor que mantiene en el imaginario colectivo la idea de que el accidente llega de la mano de la imprudencia que hace ver este problema como un asunto individual, exclusivo de quien sufre el accidente. Cuando es un problema social y como tal, político, consecuencia de las relaciones laborales injustas, que priorizan el rendimiento económico por encima de la persona.

Por esto es imprescindible que la salud laboral se haga visible en la sociedad, aparezca en las agendas políticas y que todos los agentes sociales se impliquen en vencer la pandemia de la siniestralidad laboral.

La HOAC de Córdoba se suma a la celebración del 28 de abril y ha organizado una concentración/gesto público el día 23 de abril a las 20 horas en el Bulevar Gran Capitán.

Con este acto público, queremos ser la Iglesia de Jesucristo que no pasa de largo ante el sufrimiento humano, que, además de atender a las víctimas que pierden a seres queridos en el tajo o a las personas trabajadoras a las que se le arrebata la salud, alza una voz profética para denunciar la injusticia que sustenta nuestro modelo productivo.

Este gesto quiere ser, también, un momento de sentir, pensar y comprometernos a actuar desde el Crucificado, desde las personas crucificadas del mundo obrero y del trabajo.

Todas las personas, independientemente de las creencias o ideologías estáis invitadas a participar, porque lo que está en juego es la vida humana.

Os esperamos.

APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA HOAC DE CÓRDOBA

II. LA FORMACIÓN Y LA DIFUSIÓN

Año 1962

Una preocupación central en esta primera etapa, como hemos podido ver, era la formación. La formación integral de la conciencia obrera cristiana (uno de los mayores servicios que la HOAC ha prestado y presta a la Iglesia y al mundo y movimiento obrero). Esta preocupación llevaba implícita otra no menos ingente: la formación de líderes y dirigentes obreros.

Al principio se utilizó la Revisión de Vida como método formativo. No hay que olvidar que no se buscaba una formación teórica, meramente intelectual, de saberes doctrinales desconectados de la realidad, más bien al contrario, la formación se entendió desde el principio como la conjunción de teoría y práctica que impulsara permanentemente al militante al «ejercicio práctico del apostolado»

Para ello, pronto se reveló como más idóneo el llamado método de encuesta (adaptación hecha por Rovirosa de la metodología jocista) que, en palabras de la época, consistía en «examinar, luego de una previa y ordenada investigación personal, un determinado problema de la vida real y actual del trabajador, para iluminarlo desde el Evangelio y discernir una respuesta concreta que debía estar destinada a la acción posterior”.

Plan de Formación de la HOAC 1962

Este método de encuesta concretado en una serie de temas que conformaron el Plan Cíclico y que, después de sucesivas reelaboraciones y actualizaciones, conocemos hoy como Plan Básico de Formación Cristiana (PBFC), fue la pieza clave para la formación de militantes obreros cristianos desde la HOAC.

En este plan se conjugan de forma equilibrada el estudio, el descubrimiento personal y grupal de la realidad opresiva circundante y la necesidad de cambiarla para hacerla más grata y querida por Dios, haciendo ver a los trabajadores que eran ellos y no otros, los sujetos idóneos para llevar a cabo su liberación y, por tanto, los protagonistas de la misma.[1]

Esta pieza clave en la formación, con el complemento de los cursillos, provocó un impacto en los obreros de la época que se acercaban tímida y recelosamente a la HOAC, que aún hoy muchos de ellos recuerdan y confiesan seguir manteniendo de una u otra manera.

Junto a estos se arbitraron también otros medios para la formación integral del militante (ejercicios espirituales, retiros mensuales, reuniones de familia…). Estas reuniones de familia se celebraban mensualmente y tenían lugar de forma rotativa en el domicilio de un militante cada vez en las que, además de agasajar con un ágape a los demás, se aprovechaba para impartir charlas formativas, coloquios, etc.)

Libro del cursillista 1950

Dos medios y dos hechos. Los medios que resultaron claves tanto en la propagación y difusión de la HOAC, como para la propia formación obrera y cristiana fueron:

  • El ¡TÚ!
  • El Boletín de Dirigentes.

Los hechos que resultan de interés fueron:

  • Uno, el que Manuel Figueroa Montoro, militante de Córdoba participara en la elaboración del Plan Cíclico.
  • Otro, el esfuerzo «propagandista» (como se denominaba en la época a la difusión de la HOAC) de los militantes, que semanalmente distribuían alrededor de 130 ejemplares del ¡TÚ! en sus ambientes (parroquias, centros de trabajo…), lo que suponía más de 500 ejemplares mensuales, que eran acogidos con interés y entusiasmo.

Coincidiendo, en parte, con el ¡TÚ! se publicó en Córdoba un pequeño periódico, que editado en la Tipografía Católica recibió el nombre de ¡ADELANTE! Salía como suplemento del boletín de la parroquia de San Francisco (única manera de intentar evitar la censura franquista) pues así, el que corregía las pruebas y daba el visto bueno era el párroco del Alcázar Viejo. De periodicidad mensual, era gratuito y se distribuía (ya separado del boletín parroquial) por toda la ciudad de Córdoba y pueblos de la provincia, en cantidad aproximada a los 600 ejemplares mensuales. D. Juan Font tenía una sección fija que titulaba «Querido Pepe» y el resto corría a cargo de la pluma de Diego Delgado. En sus dos hojas aparecían reflejados los problemas que había en las empresas, se realizaban comentarios críticos de las leyes en materia laboral y social, así como noticias de la HOAC y los distintos centros.

Vio la luz durante un periodo de 5 o 6 años hasta que un día la policía hizo su aparición preguntando de dónde salía, quién lo elaboraba, etc., y si pasaba o no por la censura civil.

La CD dio las explicaciones pertinentes pretextando ser suplemento del boletín parroquial de San Francisco y, por tanto, de uso interno para los militantes. Las explicaciones fueron desestimadas por lo que se conminó a la CD de Córdoba a tener que acogerse a la censura y autorización del Gobierno Civil.

Censura o desaparición. Ante la imposibilidad de mantener los mismos contenidos se optó por la desaparición antes que someterlo a la censura del Régimen. De esta manera, como ocurrió con los apóstoles respecto al Maestro, el ¡ADELANTE! corrió la misma suerte que el ¡TÚ!

En su corto recorrido, el ¡ADELANTE! tuvo mucha aceptación en los pueblos y centros de trabajo y contribuyó de forma decisiva a la formación de la conciencia laboral y social de muchos trabajadores de la época.

Para reforzar la labor formativa se recibía en Córdoba el Boletín de Dirigentes. Pretendía completar la formación en el terreno de lo doctrinal y dar unidad y cohesión interna al movimiento. Pronto se convirtió en una revista de carácter interno, orientada a la formación de los dirigentes seglares. El boletín era confeccionado o inspirado por Rovirosa y constituyó una pieza esencial para la formación de muchos militantes de la HOAC de Córdoba.

Siguiendo las orientaciones e indicaciones del Boletín de Dirigentes se articularon los Grupos Obreros de Estudios Sociales (GOES) que representaron un importante núcleo intelectual de la HOAC. Estos grupos tenían una estructura a nivel nacional, por lo que estaban por encima de la estructura diocesana y su órgano de expresión era el propio Boletín.

Los GOES existentes en todo el país, desarrollaron un amplio abanico de temas económico-sociales orientados a dar soluciones a problemas concretos de la clase obrera convirtiéndose en punto de encuentro de militantes procedentes del campo anarquista, socialista y comunista. Entre los temas abordados destacaron, por ejemplo: la contratación colectiva, la reforma de la empresa, la propiedad familiar, la propiedad de los medios de producción, los impuestos y la inflación y su repercusión en los salarios.

Este esfuerzo formativo dio como resultado:

  • La posibilidad de poner a dialogar la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) con la cultura obrera.
  • La aparición de un considerable número de obreros cristianos «especializados» en aquellos temas económicos que incidían de lleno en sus problemas laborales.
  • La crítica a leyes concretas, dictadas por el gobierno franquista, que lesionaban derechos de los trabajadores.
  • La divulgación de fórmulas alternativas a la empresa capitalista en las que se pudieran dar unas relaciones de mayor equidad como era el caso de la sociedad anónima laboral (SAL) y de las cooperativas de producción.

En Córdoba funcionó un GOES: el GOES político, llamado así por su especialización en este campo. Este GOES lo constituyeron: Antonio Hens, Antonio González y Diego Delgado.

La labor del GOES político cordobés fue muy valorada. De ello da fe su presentación en la XVII Semana Nacional celebrada en Oviedo en septiembre de 1963, en la que también se desarrolló un cursillo de iniciación a cargo de Canamasas, Norberto Moreno y Lola Castilla.

La formación que proporciona la HOAC y el trabajo desarrollado por el GOES son tan valiosos que, a Diego Delgado se le llega a buscar para que ayude a confeccionar diversos convenios colectivos.[2]

La pertenencia a un GOES, así como los trabajos elaborados eran considerados peligrosos porque trataban asuntos muy delicados para los tiempos que corrían (libertad sindical, federalismo…), de tal manera que se cuidaba mucho que los materiales nunca cayeran en manos de la policía, incluso se desconfiaba de enviarlos por correo y, en muchas ocasiones, se aprovechaban los viajes a Madrid con motivo de alguna reunión para entregarlos en mano.

________________________________________________


[1] En la explicación inicial para la realización del Plan cíclico, donde se ofrece una visión de conjunto del propio plan y del trabajo personal, aparece un enunciado titulado “LAS EXCUSAS” que, por su curiosidad, y como reflejo de la firmeza y seriedad con que se tomaban el compromiso los militantes de la HOAC, no podemos resistirnos a reproducir aquí:

LAS EXCUSAS

“Cuando se dispone de una buena excusa, viene siempre la tentación de echarnos atrás en el servicio de Dios.

Las excusas pueden tener alguna eficacia ante los hombres, pero en la HOAC no nos hemos comprometido a una obra de hombres sino a una obra de Dios.

Por esto es inútil dar excusas a los dirigentes, al Consiliario. A quien hay que darlas, en todo caso, es a Jesús Crucificado. Cuando aparezca la tentación de aflojar en las tareas de la HOAC porque se tiene una buena excusa, lo que hay que hacer es ver si uno tiene cara para presentarlas al Crucificado, a la vista de lo que Él sufrió y padeció por mí, sin quererse excusar ni un solo momento”.

[2] Apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba págs. 135. Antonio Navarro Sánchez.

VIERNES 26 DE FEBRERO EUCARISTÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS

Por el aniversario del fallecimiento de Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón

El viernes 26 de febrero a las 19 horas, presidida por el Obispo de Córdoba Mons. Demetrio Fernández, celebraremos en la parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos (La Compañía) la Eucaristía por el 57 aniversario del fallecimiento de Guillermo Rovirosa, promotor y primer militante de la HOAC y el 37 del Consiliario y teólogo de la HOAC D. Tomás Malagón.

En ella queremos mostrar nuestro agradecimiento por sus vidas entregadas, en respuesta a su experiencia del amor de Dios, al servicio del mundo del trabajo.

Ambos fueron esenciales en el nacimiento y desarrollo de la HOAC como movimiento apostólico de Acción Católica para llevar la buena noticia del evangelio a las periferias del mundo del mundo obrero empobrecido y ambas vidas han sido referencia y modelo para un sinfín de militantes obreros cristianos.

En momentos como este, inmersos en la celebración del 75 aniversario de la creación de la HOAC, queremos manifestar, como diría el mismo Guillermo, que “ahora más que nunca” necesitamos personas en la Iglesia y en el mundo, que como Rovirosa y Malagón sean capaces de acompañar la vida de las personas, de caminar con ellas, de dar a luz otra manera de ser, de sentir, de pensar y de ir construyendo esa sociedad justa, humana y fraterna tan necesaria.

Una buena manera de celebrar su memoria sería comprometernos nosotros y nosotras en la búsqueda del Reino de Dios y su justicia a la que ellos dedicaron sus vidas.

Os esperamos

La HOAC de Córdoba presenta la novela

Tiempos convulsos. España 1959-1980

Apostaron por el amor, la paz y la dignidad

El próximo viernes 19 de febrero a las 19 horas, mediante videoconferencia en Zoom, la HOAC de Córdoba presenta la novela Tiempos convulsos. España 1959-1980. Apostaron por el amor, la paz y la dignidad, con la intervención de Ana Mª Castillo Moreno, escritora y autora del libro.

Esta novela de historia contemporánea, publicada por Ediciones HOAC, que ya está en la segunda edición, ofrece una mirada distinta de la posguerra y la Transición española, a través del hilo argumental de una serie de historias entrelazadas. Los personajes han de hacer frente a los enormes obstáculos que la sociedad de la época impone, llegando algunos a perder la vida. Tiempos tormentosos en los que nada es lo que parece.

Aquellos Tiempos convulsos

La novela refleja el ambiente político, religioso y cultural del periodo 1959-1980: la emigración, la clandestinidad, la lucha contra la dictadura, la gestación de la banda terrorista ETA y el estallido de la violencia. Relata el compromiso y la tarea esencial de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Estudiante Católica (JEC), movimientos de Acción Católica especializada de España, en la lucha pacífica por la justicia social.

Son tiempos confusos envueltos en el trasfondo de una compleja red de emociones, relaciones y desencantos cuya única salida es el amor, el perdón.

Ana Mª Castillo autora de la novela

Para Ana María Castillo, autora de la novela, elaborar este relato ha sido posible gracias a las “numerosas fuentes escritas consultadas para ofrecer un orden cronológico y una veracidad histórica”, junto con las entrevistas realizadas “del testimonio de todas aquellas personas de edades, profesiones e ideologías tan diferentes, me abrieron de algún modo las puertas de sus vidas” y reflejar dos décadas decisivas en la historia reciente del país.

Castillo señala que la novela es un aldabonazo para recordarnos que, “aunque el olvido es imposible, se pueden cicatrizar las heridas para hacer posible la convivencia”. También es un bello homenaje a quienes lucharon por “encontrar en el amor, la paz y la dignidad la salida al laberinto de aquellos años y a quienes todavía seguimos apostando por el amor, la paz y la dignidad, también en los presentes tiempos convulsos”.

Crítica

La obra está teniendo una buena crítica y valoración entre los lectores y las lectoras. Entre las críticas realizadas destacamos: Desde Extremadura al País Vasco, reseña del escritor Manuel Pecellín, medalla de Extremadura (2011).Reseña de Antonio Salguero Carvajal, escritor  y profesor de Lengua y Literatura Española. Reseña de Moisés Cayetano Rosado, doctor en Geografía e Historia y maestro. Narrar la experiencia obrera y cristiana, de Francisco Vicente Gómez, profesor titular de Literatura de la Universidad de Murcia. Reseña de Berchmans Garrido, responsable de Formación de la HOAC.

Literatura popular

Con la novela, la editorial retoma el género literario y renueva el diseño, tamaño y la maquetación de la colección «Literatura popular», definiendo una nueva estructura de los capítulos y títulos, tipografía e interlineado. La ilustración de la cubierta ha sido diseñada por Pepe Montalvà, de EstudioJa.com, combinando distintos elementos para expresar la diversidad de una obra coral e intergeneracional.

El escritor y miembro de la Real Academia de Extremadura, Manuel Pecellín, subraya que estamos ante una novela “muy trabajada, bien documentada, de prosa ágil y cuidada”, y los distintos personajes “muy bien definidos”. “Una obra muy interesante”, escrita, además, “para un amplio y variado abanico de lectores, a los que no dejará indiferentes”.

Inscripción al acto

Para recibir el enlace que permite la asistencia al acto, envía un correo electrónico a difusion@hoacdecordoba.es

Acceso al libro

Venta directa de la novela.

Librerías en España.

APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA HOAC DE CÓRDOBA

            0. INTRODUCCIÓN

Lo que se relata a continuación es fruto del trabajo de un reducido grupo de personas al que la Comisión Diocesana de Córdoba en 1995 (cuando se acercaba el 50 aniversario de la creación de la HOAC), encargó la tarea de escribir una historia de la HOAC diocesana. A pesar de no ser historiadores, no supimos o no pudimos vencer la inercia (una de tantas), de concebir la historia como cualquiera de las historias al uso que tantas veces hemos leído o estudiado. La historia de los personajes notables embarcados en notables acontecimientos, que hacen cambiar el rumbo del destino de países enteros, es decir, una de esas «grandes y generales historias».

            Pero una vez comenzado el trabajo, la realidad (como tantas veces) nos hizo ver con claridad que ésta era, es una historia pequeña, construida por mujeres y hombres pequeños, anónimos, inmersos en una pequeña Iglesia diocesana y en una realidad social y eclesial propia de una pequeña provincia.

            Comparada con otras, la historia de la HOAC de Córdoba es una historia de lo pequeño, del David frente a Goliat, de la pequeña semilla que se abre paso en la tierra.

            Es una historia que pone de manifiesto o deja entrever otras historias:

  • La primera es la de la FE, a su vez origen y sentido de las demás. La Fe de unos cuantos hombres y mujeres, no especialmente dotados, hombres y mujeres normales y corrientes, trabajadores y trabajadoras que desde la creencia profunda en un Cristo liberador, lejos de quedarse en la esfera de lo íntimo y privado, es llevado a las fábricas, a los talleres, a las minas, a los campos, a la mar, a las escuelas, a los hospitales…, para que esa Fe, no sea una Fe hablada, sino una Fe encarnada, comprometida en la construcción de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad, del amor, todo ello realizado desde una perspectiva, desde un lugar especialmente querido por Dios, su lugar preferencial, el de los pobres que tienen que ganar su pan diario con esfuerzo y sudor en el mundo del trabajo.
  • La segunda es la de la Iglesia: a través de la propia historia de la HOAC se puede vislumbrar al menos una parte de la historia de la Iglesia cordobesa. Una Iglesia que, a través del Obispo Fray Albino, hace nacer y crecer la HOAC en Córdoba y es quien la envía a realizar su misión en el mundo obrero en unos años (1946) en los que estaba desmembrado, vencido en una guerra civil, y con sus líderes y organizaciones desarticuladas, secuestradas o exiliadas.

            Una Iglesia que se movía, como casi todas las realidades de la época, entre la inercia cómoda y adormecedora de un régimen que la apoyaba en sus manifestaciones más cultuales y externas y el profetismo que aguijonea las conciencias y las impulsa a hacer crecer en los ambientes, en el mundo en la sociedad, en la propia Iglesia el espíritu de la verdad y la justicia, el espíritu que quiere hacer posible la llegada del Reino de Dios. Una Iglesia de luces y sombras, de acelerones y frenazos, que todavía hoy sigue enviando a la HOAC, con su novedosa manera de entender las relaciones fe-política, al mundo del trabajo para ser Acción Católica para la pastoral obrera.

  • La tercera es la del movimiento obrero. Un mundo obrero hundido tras la guerra civil que comienza a resurgir y a reestructurarse en la postguerra. Un mundo obrero que sufre, como nadie, la represión, el miedo y las amenazas, los encarcelamientos, las vicisitudes de la transición democrática y los problemas acuciantes de la actualidad: el paro, las nuevas tecnologías, la búsqueda de una nueva ética, de una cultura de la solidaridad… En todo ese caminar hemos podido constatar la presencia y el compromiso de muchos militantes de la HOAC que, desde su doble fidelidad a Cristo y a la clase obrera, lucharon codo con codo por hacer resurgir el movimiento obrero y con él la dignidad y la esperanza de todo un pueblo en lucha por su liberación.
  • La cuarta es la de los y las militantes. A través de la historia de la HOAC de Córdoba hemos podido re-vivir algunas de las historias personales de militantes de la HOAC. Personas que han dedicado sus vidas, en todo o en parte, a la tarea de construir un puente entre la Iglesia y el mundo obrero, a llevar el evangelio de Cristo a ese mundo del trabajo y a trasladar sus aspiraciones, temores y esperanzas a la Iglesia para hacerla solidaria con sus luchas. Personas que pusieron en juego:
  1. Una mística y espiritualidad especiales (por las que eran reconocidos).
  2. Una forma personal de comunicación con Dios a través de la oración desde las condiciones de vida y trabajo de su época.
  3. Una ardua tarea de formación encaminada a construir en sí mismas una conciencia cristiana y militante.
  4. Un compromiso, sostenido por los tres elementos anteriores, que les impulsaba a ser Cristos en el mundo obrero y a formar a su vez a militantes obreros-cristianos.

            A estas personas en las que, sin duda, están presentes todos los rasgos de santidad, queremos hoy ofrecer nuestra gratitud y felicitación por habernos legado este proyecto y por habernos manifestado en sus vidas que era posible.

            De ahí nuestro compromiso no sólo de mantener ese legado sino de acrecentarlo, de manera que la HOAC siga siendo un instrumento válido para la creación de nuevos Cristos que vivan y anuncien su mensaje en respuesta a los problemas del mundo obrero y la sociedad actuales, sin querer nada, sin pedir nada, sin esperar nada, dando todo lo mejor de sí mismos.

            Y, en este punto, es donde volvemos a pensar, que esta historia es una gran historia.

            A partir de aquí es necesario hacer varias consideraciones:

  1. 75 años de historia no se pueden resumir en pocas palabras, por lo que seguro que muchas cosas quedarán en el tintero.
  2. Esta recopilación histórica está inconclusa y representa solo, como indica el título, una aproximación y, debido a las circunstancias expresadas abajo, puede contener errores o ambigüedades por los que de antemano pedimos disculpas.
  3. La mayor parte del archivo de la HOAC de Córdoba se perdió en los traslados de sede por lo que el trabajo, además de enlentecerse, tuvo que centrarse en las declaraciones de las personas protagonistas de esta historia, lo que nos obligó a contrastar permanentemente las opiniones.
  4. Al basarnos en testimonios, es lógico que puedan existir diferentes e incluso encontradas percepciones o valoraciones de situaciones y momentos históricos concretos. Desde aquí asumimos el hecho y solicitamos a todas aquellas personas que puedan establecer algo de luz sobre los acontecimientos narrados en esta historia, que se pongan en contacto con nosotros para ayudarnos a completar el trabajo.

            I. NACIMIENTO Y PRIMERA ANDADURA DE LA HOAC DE CÓRDOBA

En el año 1946 el obispo Fray Albino[i] organizó unos ejercicios espirituales abiertos (una especie de misión) en todas las parroquias cordobesas. Estos ejercicios fueron dirigidos por los dominicos con una gran afluencia de fieles. A raíz de ello, D. Juan Font,[ii] que acababa de salir del seminario y estaba interesado por la situación, condiciones y problemática del mundo obrero, reunió a una serie de trabajadores de la RENFE, del Ayuntamiento, de Automovilismo, etc., y formó un grupo que culminó en la creación de la Hermandad de San José Obrero. La presidencia de esta Hermandad recayó en Rafael Posadas, célebre ebanista cordobés, quedando como Consiliario el propio D. Juan Font.

            Entonces, se dio la circunstancia, de que llegó a conocimiento de esta Hermandad, el encargo del episcopado español a Guillermo Rovirosa[iii] para que promoviese a nivel nacional un movimiento que, inserto en la Acción Católica se planteara:

  • Evangelizar o como se decía en aquella época «recristianizar» sectores tradicionalmente olvidados, como eran el pueblo trabajador o la «masa obrera» por utilizar el término entonces en boga.
  • Y dotar a la Iglesia española de una organización que a corto o medio plazo pudiera convertirse en la base obrera y sindical de posibles partidos democristianos.

            En última instancia se pretendía «dar cobertura en un futuro a la formación de dirigentes católicos obreros y no obreros«. Ello, porque era una opinión bastante difundida (a causa del aislamiento y la condena internacional al régimen de Franco, que contribuyó a crear un estado de opinión en el que su caída se percibía con visos de inmediatez), que sólo una intervención armada podría hacer caer la dictadura. Si esto ocurría, la Iglesia debía estar preparada y lo más adaptada posible a esa situación.

            Trabado conocimiento, como hemos dicho, por la Hermandad de San José Obrero de este proyecto (La HOAC) que se estaba poniendo en marcha, e interesados en el mismo, dos miembros de esta Hermandad asistieron en Madrid a una reunión que se había convocado a nivel nacional. A su vuelta a Córdoba, informaron a los demás de la identidad del proyecto que se quería poner en marcha. La Hermandad de San José Obrero, dio entonces su conformidad para disolverse y desaparecer como tal e ingresar en la HOAC constituyéndose la HOAC de Córdoba. La primera Comisión Diocesana (CD) quedó compuesta, entre otras, por las siguientes personas:

Consiliario:     D. Juan Font del Riego

Presidente:     D. Rafael Posadas

Vocales:          D. Antonio Cantarero Villar

                            D. Juan Antonio Rebollo Severo

                            D. Miguel de la Rosa

                            D. Luis Montoro

Aproximadamente 5 años después de esta primera CD fue modificada en parte y ampliada quedando así:

Consiliario:     D. Juan Font del Riego

Presidente:     D. Antonio Cantarero Villar

Vocales:          D. Juan Antonio Rebollo Severo

                       D. Miguel de la Rosa

                            D. Manuel Figueroa Montoro

                            D. Francisco Baena

                            D. Luís Moreno

                            D. Diego Delgado Martín

                            D. Miguel Doblas López y algún otro.

            En un presupuesto de gastos de la Comisión Diocesana de 1954 figura la composición de la misma, compuesta por presidencia, secretaría, tesorería y cinco vocalías a saber: de estudios, de prensa, de propaganda, de piedad y agraria.[iv]

            En estos años se comienzan a constituir Centros parroquiales (Fray Albino, Cañero, Santa Marina, Los Olivos Borrachos, Santiago, Naranjo…) la HOAC contabiliza ya unos 40 o 50 militantes y un buen grupo de simpatizantes que comienzan a asistir a toda una serie de actos.

            La CD se reunía con una periodicidad semanal en la calle Armas nº 12 (Junto a la parroquia de San Francisco).

            Se emprende la tarea de visitar los pueblos de la provincia con objeto de difundir la Obra (como, en ocasiones, se denominaba a la HOAC).

            A finales de los años 40 o primeros de los 50 Guillermo Rovirosa acudió a Córdoba para impartir el primer cursillo nocturno que contó con una masiva asistencia.

            Por varios testimonios sabemos que esta fue la primera de una larga serie de visitas que, tanto Guillermo Rovirosa como D. Tomás Malagón,[v] hicieron a Córdoba. En palabras textuales entre ambos se «patearon» Córdoba impartiendo cursillos de la HOAC.

            El hecho de que los cursillos fueran nocturnos se debe, según alguno de los entrevistados, a dos razones fundamentales: una, facilitar la asistencia de los trabajadores cuya jornada laboral no permitía otro horario; otra, en fin, eludir la «cercanía» no deseada de autoridades civiles y policía que, en muchas ocasiones, como después podemos comprobar, veían con recelos cuando no con manifiesta preocupación y hostilidad muchas de las actividades y acciones de la HOAC.

            El primer curso nocturno impartido por Rovirosa fue el pistoletazo de salida para que la CD se lanzara a impartir toda una serie de cursillos nocturnos por los pueblos, (casi todos los de la provincia); en concreto tenemos constancia de los impartidos en Palma del Río, Aguilar, El Carpio, Torrecampo, Dos Torres, Peñarroya, Monturque, Cabra, Espejo, Priego, Puente Genil, Villanueva del Duque, Montoro, Villafranca, Alcaracejos, Belmez, Hinojosa, Pozoblanco, etc.

            A partir de aquí, se empieza a difundir la HOAC y se comienzan a crear los llamados Centros de Trabajo con la presencia e influencia de los militantes de la HOAC. Hubo centros de trabajo o empresa en entidades tan señaladas en Córdoba como la Electromecánica, la Constructora, Sevillana, Carbonell, Porcelana y Baldomero Moreno, entre otras.

            Por el año 1950 se realiza en Córdoba, en el colegio del Carmen, el primer cursillo Apostólico que fue impartido por D. Tomás Malagón y Miguel Fernández (antiguo enfermo de lepra).

            Este cursillo pretendía esencialmente tres objetivos:

  • Consolidar la opción por Jesucristo, centro y horizonte de nuestra vida.
  • Ayudar a obtener una visión panorámica del compromiso cristiano y sus implicaciones: personales, eclesiales, sociales, políticas, etc.
  • Ayudar a elaborar un proyecto personal de vida militante en coherencia con los dos aspectos anteriores.
Cursillo 1960

            Entre los asistentes destacan D. Pedro Pascual presidente de Cáritas en Córdoba y el Padre Carlos, Consiliario de las Hermandades del Trabajo.

            Con posterioridad hay otro cursillo apostólico en la casa de Espiritualidad San Antonio impartido por Guillermo Rovirosa y D. Tomás Malagón al que asiste la CD en pleno y algunos de los consiliarios de la HOAC entre los que figuran: D. Antonio Navarro, D. José Ramírez, D. Valeriano Orden Palomino, D. Bartolomé, D. Juan Moreno, D. Domingo García, etc. Hay constancia también de que el obispo Fray Albino realiza el cursillo Apostólico de la HOAC.

            Se da un tercer cursillo apostólico impartido por D. Tomás Malagón y Diego Delgado.

            Desde ese momento se crea un grupo que se prepara especialmente para dar cursillos.        

            Entre los sacerdotes están: Bartolomé Blanco, Domingo García Ramírez, Paulino Ortiz Molina, José Ramírez, etc. A estos cursillos asistieron en aquella época más de 80 sacerdotes.

            Entre los seglares están: Diego Delgado, Juan Antonio Rebollo, Manuel Figueroa, Antonio Cantarero, etc. y entre las mujeres Lola Castilla y Mª Paz Millán.

            De tal manera fructifican estos equipos que se afirma que Córdoba es la diócesis de España en la que más cursillos apostólicos se imparten. Se celebran cursillos por toda la provincia, prácticamente un cursillo por mes hasta un número aproximado a 30.

            Además, se dieron en: Alcalá de Guadaira, Sanlúcar la Mayor, San Juan de Aznalfarache, Sevilla, Granada, Osuna, Linares (a peritos de la empresa Santana), La Yedra, Jaén…, y Diego Delgado también los impartió en Zaragoza, Madrid, Reus y Valencia.

            Los cursillos iban dirigidos a fomentar la conciencia de trabajadores, estudiantes, simpatizantes y personas del entorno de los militantes, gentes de parroquia enviadas por sacerdotes, influenciados a su vez por D. Juan Font.

            Los cursillos fueron la fuente de donde se nutrieron todos los Centros HOAC de la provincia de Córdoba. Conocemos la existencia de Centros HOAC en: Peñarroya, Castro del Río, Puente Genil, Espejo, Alcaracejos, Cabra, Priego, Villafranca, Monturque, Belmez, Hinojosa, Baena, Pozoblanco, etc.

            Mención especial merece la realización de un cursillo de iniciación a la HOAC celebrado en Cádiz, dirigido por Manuel Figueroa y Diego Delgado. Como resultado de este cursillo se inicia y constituye la HOAC de Cádiz y se establece la CD de Cádiz.

            Los miembros de la CD, periódicamente, visitaban todos los Centros de la provincia para ver cómo iba la marcha de la HOAC en los diferentes sitios, intercambiar información y, al mismo tiempo aprovechaban para impartir charlas y llevar a cabo actos públicos.

            Toda esta actividad se realizaba después del trabajo diario, ya que los miembros de la CD no estaban liberados, lo que suponía regresar a altas horas de la madrugada con el agravante de tener que volver (en muchos casos muy temprano) al día siguiente al trabajo.


Notas:

[i] Albino González y Menéndez-Reigada, más conocido como Fray AlbinoReligioso nacido en Cangas de Narcea (Asturias) en 1881 y fallecido en Córdoba en 1958. Entre 1946 y 1958 fue Obispo de Córdoba.

En esos doce años, destacó por la labor social realizada en toda la provincia. A su llegada a Córdoba, queda impresionado por la multitud de miserables chozas que, junto a las murallas del Guadalquivir, daban refugio a otras tantas familias. Para paliar esta inhumana situación agravada por las inundaciones del Guadalquivir en 1947 funda la Asociación Benéfica La Sagrada Familia que en años sucesivos llegó a construir 4.800 viviendas tanto en el Campo de la Verdad como en el barrio de Cañero. Siendo su mano derecha en la ejecución de tan magna obra el sacerdote Juan Font de Riego.

La labor social de fray Albino se plasmó también en la fundación del patronato de San Alberto Magno con 203 escuelas, el de Nuestra Señora de la Fuensanta, el San Eulogio, el Patronato Social Obrero con diversas escuelas.

Bajo su pontificado intentó sanar las muchas heridas abiertas por la desigualdad social, en el campo de la injusticia social, el hambre, la misería, la falta de viviendas y educación generadas por la Guerra Civil. Creó 91 parroquias, construyendo nuevos templos o reparado 16 iglesias en la Capital y 55 en el resto de la provincia. Fundó el Seminario Menor de Nuestra Señora de los Ángeles en Hornachuelos y acondicionó el Seminario Mayor de San Pelagio.

(https://cordobapedia.wikanda.es/wiki/Obispo_Fray_Albino)

[ii] Juan Manuel Font del Riego nace en Córdoba el 19 de mayo de 1902. Fue sacerdote de vocación tardía, tras ejercer como ingeniero industrial.

Se distinguió por ser persona muy activa y dedicada a los más humildes, atendiendo al desarrollo del pueblo de Córdoba en diversas facetas: educativa, formativa, social y espiritual.

El Obispo Fray Albino encomendó a este cura ingeniero la ardua tarea de ejecutar y desarrollar el gran proyecto de construir viviendas para trabajadores en las barriadas del Campo de la Verdad – llamado posteriormente barrio de Fray Albino– y barrio de Cañero que conllevó la creación del Patronato de la Sagrada Familia.

Junto a la construcción de las referidas viviendas sociales Font fue motor de organizaciones, entre las que destacan: la implantación de la Hermandad Obrera de Acción Católica HOAC, formando a un grupo de sacerdotes para que se vincularan al mundo de los trabajadores; la creación del Patronato de San Alberto Magno para dar escolaridad a niños y niñas en Córdoba y su provincia, llegando al número de doscientas; el Patronato de San Eulogio; la empresa Tipografía Católica, sociedad en régimen de Cooperativa; el Patronato de la Fuensanta para acoger a huérfanos; el Colegio del Sagrado Corazón; Tribunal Tutelar de Menores; el Colegio del Niño Jesús y varias otras obras de menor rango…

Murió el 9 de mayo de 1980 pobre y humilde en el más estricto anonimato.

(https://cordobapedia.wikanda.es/wiki/Juan_Font_del_Riego)

[iii] Guillermo Rovirosa Albet nace en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 4 de agosto de 1897. Pierde a su padre, José, a la edad de 9 años y a su madre, Ana María, cumplidos los 18. Terminado el bachillerato realiza estudios de ingeniería industrial, especializándose en Dirección de Industrias Eléctricas y de Mecánica Aplicada. A los 25 años se casa con Catalina Canals Riera. Ejerce su profesión en Barcelona y en 1929 se traslada con su esposa a trabajar a París…

A los 18 años ha abandonado la fe cristiana, (…) reafirmándose en que sólo en la ciencia se halla con certeza la verdad que el hombre puede comprender.

Un suceso marcará su vida. En mayo de 1932 pasa casualmente por delante de la Parroquia de San José, donde el Cardenal de París, Monseñor Verdier, está predicando… Y comienza desde ese momento un proceso de búsqueda de la verdad de Jesús que le llevará a conocerlo y admirarlo como figura histórica. En El Escorial conocerá al agustino padre Fariña que le ayudará a aceptar a Jesús no sólo como hombre sino como Dios y redentor.

Comienza aquí una etapa de vivencia cristiana apasionada, caracterizada por la austeridad, la exigencia de perfección y la entrega apostólica. Se queda a trabajar en Madrid y (…) allí le sorprende la guerra civil; es nombrado presidente del Comité Obrero de su empresa. Organiza una “capilla clandestina” en su casa, donde diariamente se celebra misa. En los sótanos de su vivienda se halla la biblioteca de la institución de los jesuitas “Fomento Social”. Esto le pondrá en contacto con la Doctrina Social de la Iglesia… Terminada la guerra, bajo la acusación de haber sido presidente del Comité Obrero de su empresa, es condenado a seis años de cárcel. Sólo cumplirá uno y parte de éste saliendo a trabajar…

En mayo de 1946 la Junta de Metropolitanos de España acordó la fundación de la Hermandad Obrera de Acción Católica… y se encarga a Rovirosa la tarea de organizar y poner en marcha la HOAC… Desde ese momento, lleno de gozo, se entregará por entero al apostolado en el mundo del trabajo viviendo como un obrero pobre.

Su gran obra, la HOAC, crece y se extiende. Diseña planes y métodos de formación: cursillos nocturnos, semanas de estudio, “Plan Cíclico” de formación cristiana, grupos obreros de estudios sociales (GOES), partiendo de la realidad vivida, analizándola con la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia, volviendo a ella para transformarla según el proyecto de Dios… Se hace presente en todas las diócesis, con su palabra directa, incisiva, evangélica, transmisora de una experiencia vital que contagia. Su conocimiento bíblico y teológico es serio y su espiritualidad muy honda…

En un accidente de tranvía pierde el pie izquierdo; supone para él una experiencia de dolor físico y de limitación que evoca y le une a la cruz de Jesús…

Obras escritas (“Cooperatismo integral”, “Dimas”, “Judas”, “La virtud de escuchar”, “Fenerismo”, “Terciarios”, “¿De quién es la empresa?…).

Tan sólo unos días después de la presentación de este libro sufre una embolia cerebral en su casa de Madrid y el 27 de febrero 1964 fallece en el Hospital Clínico madrileño. (https://www.hoac.es/quienes-somos/guillermo-rovirosa/)

[iv] Apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba pág. 23. Antonio Navarro Sánchez

[v] Tomás Malagón Almodóvar Nació en 1917 en Valenzuela de Calatrava (Ciudad Real), en el seno de una familia rural y católica. A los 12 años ingresa en el seminario de Ciudad Real y con 19 años había terminado la filosofía. Cuando estalla la Guerra Civil es movilizado por el ejército republicano y destinado al frente de las Alpujarras (Granada)… En el frente tiene una serie de experiencias que van a marcar el resto de su vida… ¿Por qué existe esta separación tan radical entre militancia obrera y fe cristiana? Esta idea no le abandonará ya y va a orientar buena parte de su labor teológica y pastoral…

En 1953 tras la muerte del primer consiliario de HOAC, D. Eugenio Merino, Guillermo Rovirosa le propone hacerse cargo de la consiliaría general de la HOAC, cosa que rehúsa en un principio, pero que luego le hace modificar dicha decisión y continuará siendo consiliario hasta 1964 volcándose sobre todo en la elaboración y reestructuración de los planes de formación y cursillos. En sus últimos años interviene en la gestación y desarrollo de la Editorial ZYX, promovida por militantes de la HOAC.

La amistad y trabajo conjunto con Rovirosa lo marcó profundamente de tal modo que sería difícil entender a Malagón y su obra sin considerar lo que Rovirosa, los militantes y la misión hoacista significó para él.

Como teólogo su pensamiento siempre partía de la necesidad de diálogo entre fe y cultura, y buena parte de sus desarrollos y elaboraciones teológicas intentan responder a los problemas que la asimilación y vivencia de la fe suponían para el mundo obrero y la cultura del momento.

Su andadura no estuvo exenta de momentos de dolor y amargura… Unas veces las incomprensiones vinieron de la jerarquía eclesiástica, otras veces de sus amigos, de grupos y sectores cuya militancia cristiana él había despertado y promovido. En 1964 es apartado de la Consiliaría General por considerarlo temporalista marxista y desviado teológico, a pesar de llevar 20 años trabajando en la línea que el Concilio Vaticano II va a legitimar y promover… Luego en el período postconciliar, muchos lo acusaron de conservador y pietista, por insistir en las señas de identidad cristiana en un momento en el que el afán de identidad con las realidades del mundo hacía que quedaran difusos los fundamentos de la fe. Con humildad aceptó esta cruz, sin parar de trabajar por la promoción de laicado obrero y en otros campos del apostolado seglar. Promueve también la experiencia pedagógica, colabora con al FRATER y el Movimiento Cultural Cristiano, participa en numerosas revistas, publicaciones, elabora e imparte cursos y conferencias por toda España a sacerdotes, religiosos y religiosas.

El 27 de febrero de 1984, después de un día de convivencia con la comisión permanente de la HOAC y, como consecuencia de un infarto, muere en la casa de los consiliarios de Madrid. (https://www.fundacionrovirosaymalagon.es/biografias/tomas-malagon/)