PRESIDENTES DE LA HOAC DE CÓRDOBA A PARTIR DE LA RECONSTRUCCIÓN (1976)
Este es el listado de las y los militantes que resultaron elegidos para ejercer la responsabilidad de Presidencia-Representación de la HOAC de Córdoba y los años en los que desempeñaron dicha responsabilidad, en el período que transcurre desde la reconstrucción posterior a la crisis de los movimientos y el momento actual. Hay que hacer notar que, en los primeros momentos, la elección se hacía por dos cursos hasta 1982 en que pasó a cuatro:
Francisco Povedano Cáliz (1968-1978)
Rafael Serrano Castro (1978-1980)
Inmaculada Rodríguez López (1980-1982)
José Luis Molina García (1982-1986)
Alejandro Pérez Alba (1986-1988)
Andrés Sánchez Munzón (1988-1990)
Manuel Díaz Sánchez (1990-1994)
Carmen León Fernández (1994-1998)
Miguel Cruz Santiago (1998-2002)
Luis Martínez Galán (2002-2006)
Francisco Povedano Cáliz. Segundo período (2006-2011)
Juana Mª González Tenor (2011-2015)
José Luis Molina García. Segundo período (2015-2019)
Manuel Díaz Sánchez. Segundo período (2019-fecha actual)
MILITANTES DE LA HOAC DE CÓRDOBA EN LA COMISIÓN DE ANDALUCÍA.
Recogemos aquí, la aportación que la HOAC de Córdoba ha realizado con la dedicación de todas estas personas en tareas de responsabilidad de la Comisión de Andalucía. Como dato curioso resaltar que desde el año 1987 hasta la actualidad siempre ha habido un o una militante de la HOAC de Córdoba en la Comisión de Andalucía excepto el período comprendido entre 2013 y 2017 ¡Mucho ojo porque este curso hay elecciones!
Es posible que pueda haber algún olvido por lo que pedimos disculpas y agradecemos de antemano vuestra ayuda para completar esta pequeña historia.
Mª Dolores Herenas Esparteno.Organización y Vida Comunitaria (1989-1993).
José Luis Molina García. Presidencia (1991-1995).
Valerio Molina García. Consiliaría(1995-1999).
Manuel Díaz Sánchez. Presidencia(1997-2001).
Pepi Ruiz Frías. Organización y Vida Comunitaria (2001-2005).
Andrés Sánchez Munzón. Presidencia(2005-2009).
Juani Povedano Cáliz. Organización y Vida Comunitaria (2005-2009).
RafaelCaballero Torrero. Consiliaría (2007-2011).
Miguel Cruz Santiago. Presidencia (2009-2013).
Miguel Güeto Moreno. Organización y Vida Comunitaria (2017-2021).
Continuará…
[1] En un principio, la Comisión de Andalucía estuvo formada por seis personas que cubrían las seis responsabilidades propias de la HOAC. Con posterioridad, se aprobó reducirlas a cuatro: Presidencia, Consiliaría, Formación y Organización (aunque arriba aparece el nombre completo actual, lo de “y vida comunitaria” no corresponde a esa época, ya que fue añadido más tarde). A partir de la marcha de Pili Pérez, se suprimió también la responsabilidad de formación quedando conformada con las tres responsabilidades con que cuenta en la actualidad.
La importancia de la HOAC andaluza en la reconstrucción y redefinición del movimiento se muestra en el hecho de que desde 1972, de los once presidentes nacionales o generales, nueve han sido andaluces:
Juan Fernández Domínguez (Antequera, 1935), emigra a los 18 años a Bilbao, ingresa en la HOAC en 1956 tras su paso por la JOC y las Juventudes Comunistas, es miembro de la Comisión Diocesana de Bilbao como responsable de Formación altiempo que milita en el Consejo General de Trabajadores, germen de las CC. OO. del País Vasco, responsable de la gestión económica de la huelga de Bandas en 1966. Presidente General desde 1972 a 1977.
Alfonso Alcaide Maestre (Pozoblanco, 1948), de la diócesis de Sevilla, militante desde 1972, delegado sindical en su empresa, Presidente General de 1977 a 1981, licenciado en Sociología por la UNED, miembro del Consejo de Pastoral Diocesano.
Rafael Serrano Castro (Baena, 1948), militante de la HOAC de Córdoba, trabajador de la construcción y delegado sindical. Fue Presidente Diocesano y, en dos legislaturas, Presidente General de 1981 a 1989. También presidió la Junta Nacional de Acción Católica Española (1992-1995) y ejerció como Secretario General de Manos Unidas y Delegado de Apostolado Seglar de la diócesis de Madrid, donde reside.
José Jiménez García (Barbate, 1953), electricista, Presidente de la diócesis de Cádiz, de Andalucía y General de 1989 a 1993 y miembrode la Comisión Diocesana de Cádiz donde fue responsable de Formación y Organización.
Anselmo Ruiz Palomo (Tarragona, 1952), de la diócesis de Málaga (su padre fue destinado allí cuando contaba solo dos meses), ingresa en la HOAC en 1970, mecánico, detenido con motivo del 1 de mayo de 1976, pasa un mes en la cárcel. Presidente Diocesano ymás tarde General (1993-1997), Presidente del Comité de Empresa de Epco (antigua Siemens), Director de Cáritas de Málaga.
DiegoMárquez Muñiz (Sevilla, 1961), cartero, delegado sindical de CC. OO. en Correos y Telégrafos. Delegado de Pastoral Obrera de la diócesis de Sevilla. Presidente Diocesano, de Andalucía y General de 1997 a2001.
Manuel Díaz Sánchez (Rute, 1949), dependiente de comercio y delegado sindical, fue Presidente de la HOAC de la diócesis de Córdoba, de Andalucía y General (2001 a 2005).
FranciscoGüeto Moreno (Cabra), de la diócesis de Cádiz, trabajador de Telefónica jubilado. Presidente General de 2005 a 2009. [1]
Pino Jiménez (Las Palmas de Gran Canaria, 1964). Maestra diplomada y psicopedagoga. Delegada sindical por el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC) y miembro de la Asociación Canaria de Economía Alternativa. Presidenta General de 2009 a 2013.
José Fernando Almazán, (nacido y residente en Madrid), casado y con dos hijos, de profesión ingeniero. Es militante de HOAC desde 1990 y Presidente General de 2013 a 2017.
Gonzalo Ruiz Ruiz. Motril (Granada). Maestro jubilado. Militante de la HOAC desde 1977, ha sido Presidente de la Diócesis de Granada, de Andalucía y General desde 2017 hasta la actualidad.
Antes de lo que hoy conocemos como asambleas generales, existieron las llamadas semanas nacionales. La primera Semana Nacional de las Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC), tuvo lugar en Madrid del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1946. En ella, se fundó realmente la HOAC. Se impartieron 12 lecciones y 7 ponencias. Las lecciones cubrían tres frentes:
La organización de la HOAC.
La posición de los cristianos ante el liberalismo y el marxismo.
La Doctrina Social de la Iglesia.
Las ponencias estuvieron dedicadas a la creación y funcionamiento organizativo de la HOAC.
Se celebraron XX semanas nacionales, cada año de 1946 a 1967, a excepción de 1962, que fue aplazada al año siguiente por causa de las huelgas mineras y 1966, que fue suspendida, debido a los problemas generados por la promulgación de las bases dadas por la jerarquía para la celebración de reuniones nacionales.
Destacar aquí, la XI Semana Nacional que se celebró en Córdoba del 9 al 15 de noviembre de 1956. Asistieron delegados de la Federación Internacional de Movimientos Obreros Católicos (FIMOC). Su importancia estriba en que se celebraron reuniones conjuntas con la HOAC femenina (HOACF), en cuya Comisión Nacional trabajó durante unos años nuestra querida militante de Córdoba: Lola Castilla, para tratar temas como el de la familia, el mantenimiento del hogar, etc.[1] Hasta el año 67 no se produce el paso de las mujeres a la HOAC, sin embargo, la HOACF, continuó como organización diferenciada, aunque poco a poco se fue diluyendo.[2]
Simultáneamente y de igual manera, se celebraron XI reuniones nacionales de estudios (RNE), cada año de 1959 a 1969. A la última faltaron 17 diócesis, culminando, en ella, la crisis interna de la HOAC. [3]
En 1974, comienza la reconstrucción con la celebración de la XII RNE, que se convertirá en laI Asamblea General de la HOAC. Tuvo lugar en Madrid y estableció las bases para el debate sobre la teoría de la acción hoacista, con la finalidad de dar respuesta a los nuevos retos sociales y eclesiales.[4]
En 1975, la II Asamblea General celebrada en Valladolid pivotó sobre dos ejes: la aprobación de las normas de funcionamiento interno y la revisión del compromiso militante en los ramos de producción (fábricas y empresas), barrios y pueblos.[5]
En 1977, en la III Asamblea General celebrada en Valencia (ya son cada dos años), se aprobaron las tareas fundamentales de la HOAC y se planteó la presencia comprometida y plural de los y las hoacistas en las luchas y organizaciones del pueblo, así como su participación en las realidades eclesiales. Trató, en parte, sobre la intensificación de los trabajos de iniciación y formación, siempre con el deseo explícito de hacer viable el proceso de asimilación de una cultura secular y revolucionaria centrada en la estrategia de Unidad Popular desde la Complementariedad Dialéctica.[6] Así lo justificaba el acta de la III Asamblea: “Constatamos que existen en el pueblo tres proyectos globales de liberación que persiguen la unidad popular, con distinto principio racionalizador: subordinación dialéctica, exclusión dialéctica, complementariedad dialéctica (…) La Asamblea General de Militantes opta por el proyecto global de Unidad Popular de complementariedad dialéctica, ya que entiende que es la más eficaz para la autoliberación del pueblo…”[7]
En 1979, bajo el lema “Cristianos y Revolucionarios”, se celebró en Granada la IV Asamblea General que representó un momento importante en el proceso de reconstrucción de la HOAC, pues al mismo tiempo que se intentaba redefinir la HOAC, a partir de la experiencia y reflexión de los últimos años, se aprobaba el primer Plan de Actividades común para toda la HOAC, para un período de dos años. Parece que la HOAC salía de la crisis y se presentaba con una conciencia clara de sí misma ante la sociedad y la Iglesia españolas. Su contenido fue publicado por ediciones HOAC en el libro «Cristianos y Revolucionarios».
En 1981, con el lema “Cristianos en la lucha obrera”, la V Asamblea General celebrada en Barcelona, abre un proceso de reflexión sobre la identidad del movimiento. Se afirma la voluntad de que sea la identidad cristiana la que determine y vertebre todo el caminar de la HOAC y de sus militantes. Este planteamiento supone repensar la misma comprensión de la evangelización, la presencia de los militantes en la lucha obrera y en las realidades eclesiales, la Teoría de la Acción, el talante de las publicaciones… Los materiales y conclusiones fueron publicados en el libro «Cristianos en la Lucha Obrera». Para la HOAC de Córdoba fue un momento importante, ya que en ella resultó elegido un militante de Córdoba: Rafael Serrano, como Presidente de la HOAC (1981-1989). [8]
En esta asamblea se ponen de manifiesto una serie de diferencias que afectan a bastantes militantes. Estas distintas formas de percibir a la HOAC provocan la salida de un buen número de militantes. En Andalucía, una de las diócesis más afectadas fue Málaga.
En 1983, la VI Asamblea General celebrada en Madrid se plantea como tema central la Formación para convertir esa identidad cristiana, fundamento de las dos asambleas anteriores, en realidad viva personal y comunitaria. Ello requiere elaborar un Proyecto de Formación que lo posibilite. Esta Asamblea aprueba dicho Proyecto, con su concreción de objetivos, metodología, etapas y planes, del que es base fundamental el Plan Cíclico elaborado por Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón.
1986. VII Asamblea General celebrada en Zaragoza. Tema: el compromiso de los militantes y la presencia pública de la HOAC. Esta Asamblea es una consecuencia del proceso emprendido en la V Asamblea General que aborda, desde la identidad cristiana, la presencia y el compromiso de la HOAC y de sus militantes en la sociedad y en la Iglesia para que sea verdaderamente significativo y evangelizador. Se perfila el quehacer de la HOAC, en relación con los comunicados que había que firmar y con quiénes y, también, se aprueban las Bases de Funcionamiento y Estructura Interna de la HOAC para ajustarlas a la identidad cristiana.
1990. VIII Asamblea General celebrada en Gijón. El tema central es el compromiso comunitario, y la presencia de la HOAC en el pueblo y la iglesia. Con esta Asamblea la HOAC va a entrar en una nueva etapa. Clarificada su identidad, se trata ahora de profundizar en la misión prestando especial atención a los destinatarios y plantearse, explícitamente, la dimensión comunitaria de la presencia y de la acción evangelizadora de la HOAC. Todo ello, abre un proceso de discernimiento cristiano, a través del cual la HOAC ha ido elaborando un «proyecto comunitario de evangelización».
En 1991, en un Pleno General de Representantes, máximo órgano de la HOAC entre asambleas, fue elegido Juan Francisco Garrido (1991-1995), militante de la diócesis de Córdoba para la responsabilidad de Encuadramiento de la Comisión Permanente.
1995. IX Asamblea General celebrada en Madrid bajo el lema: “Jesucristo, Propuesta de Liberación para el mundo obrero”. Esta asamblea se propuso:
Tomar conciencia de los retos que la nueva situación de la sociedad y del mundo obrero plantea hoy a la Iglesia y a la HOAC, así como las posibilidades que ofrecen para la evangelización.
Revisar si la HOAC y sus militantes están viviendo y actuando en coherencia con lo que su ser y misión reclaman hoy de ellos y ellas.
Concretar cómo han de vivir y de actuar para responder a esos nuevos retos y posibilidades.
En 1996 se celebra el 50 aniversario de la HOAC que tiene una gran repercusión a nivel nacional con diferentes encuentros a los que asisten dirigentes de las distintas organizaciones sindicales y representantes de distintas asociaciones eclesiales. Destacamos la exhortación del Papa Juan Pablo II que anima “(…) a no desfallecer en su compromiso por vivir como auténticos cristianos y caminar hacia la santidad en su calidad de obreros y, al mismo tiempo, a evangelizar al mundo del trabajo, promoviendo aquellos mecanismos y estructuras que no solo garanticen mejor la dignidad de la persona y la familia, sino que reconozcan debidamente el valor del trabajo”. De otra parte, el Secretario General de CC.OO. afirma en una declaración que “sin la HOAC, CC.OO. no existiría”.
1999. La X Asamblea General celebrada en Madrid. se centra en el compromiso de los militantes. Bajo el lema «Testigos de Jesucristo en el Mundo Obrero», abre un amplio proceso para responder a los interrogantes y dificultades que nos plantea nuestro compromiso evangelizador en el mundo obrero. Para mejorar el compromiso de los militantes en la nueva situación de fragmentación y precariedad del mundo obrero, la Asamblea acuerda constituir grupos de reflexión y concreta unas líneas de avance que contienen tres grandes procesos:
Proceso para definir y concretar el Proyecto Evangelizador de cada militante.
Proceso para replantearse y cualificar el quehacer de los militantes en la HOAC.
Proceso para avanzar en la comunión y en la vinculación entre formación espiritualidad y compromiso.
2001. En el Pleno General de Representantes resulta elegido Manuel Díaz, militante de la diócesis de Córdoba, como Presidente General de la HOAC (2001-2005).
2003. La XI Asamblea General celebrada en Madrid se plantea el Quehacer Apostólico Comunitario de la HOAC, partiendo de tres opciones, ocultadas o negadas por nuestra sociedad, pero que entendemos implicadas en nuestra fe:
Apostar por vivir la propia existencia desde la situación de conflicto que vive el mundo obrero, para ponerlo de manifiesto.
Apostar por vivir la propia existencia para afirmar y promover la cultura de la vida y la dignidad de la persona del mundo obrero.
Apostar por vivir la propia existencia desde los empobrecidos del mundo obrero y trabajar para que tengan voz y protagonismo.
También, se ponen en marcha los Sectores para desarrollar el Quehacer Apostólico Comunitario.
2009.XII Asamblea General celebrada en Madrid. El lema escogido fue: «Para evangelizar el mundo obrero y del trabajo, humanicemos la cultura». En concreto, nos plateamos:
Cómo configurar desde nuestra identidad y misión, una manera de sentir, pensar y actuar y ofrecerla como propuesta a la cultura del sistema de producción y consumo.
Cómo convertir el Evangelio en cultura, es decir, en la manera de sentir, pensar y actuar del mundo obrero y del trabajo y en la Iglesia, con un solo objetivo: ser mujeres y hombres de comunión para humanizar la cultura.
2015. La XIII Asamblea General celebrada en Segovia, con el lema: “Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero”, se centró en:
Compartir una visión común de la actual situación del mundo del trabajo y de la Iglesia.
Revisar las propuestas de vida y acción de nuestra anterior asamblea.
Tomar decisiones sobre cómo queremos ser, vivir y actuar en los próximos años como comunidad eclesial que quiere vivir y testimoniar a Jesús en medio del sufrimiento, el empobrecimiento y la inequidad que sufren tantas personas y familias trabajadoras, para seguir construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero.
Como se puede comprobar, la periodicidad de las Asambleas ha ido variando y, actualmente, se celebran cada seis años.
Las Asambleas Generales han supuesto, siempre, intensos momentos de reflexión y revisión para una HOAC con una clara vocación participativa y autogestionaria.
Para la HOAC de Córdoba han representado periodos de amplio avance formativo en su preparación y una profunda evolución en el desarrollo de sus acuerdos, que, sin duda, han marcado el progreso en la vivencia del compromiso apostólico personal y comunitario, así como su caminar histórico. Así, nuestra HOAC diocesana ha ido, paso a paso, ligando su identidad y su misión al de la HOAC General participando activamente en la preparación y en el desarrollo de las Asambleas Generales y, posteriormente, asumiendo y encarnando sus deliberaciones y acuerdos intentando hacerlos vida encarnada en los empobrecidos del mundo del trabajo.
Continuará…
[1]“La fecha de 1956 marca un cambio en el rumbo de la organización (HOACF), al celebrar su primera Semana Nacional, junto con HOAC, en Córdoba. El nombramiento de Juliana Gómez como presidenta nacional en 1953 y de Tomás Malagón, consiliario nacional de HOAC, como asesor religioso de HOACF en 1955 fue decisivo. Desde entonces d movimiento acrecentó sus contactos con HOAC e incorporó una formación que animaba a la reflexión y al compromiso, con la metodología del ver-juzgar-actuar. Los contactos con el movimiento católico internacional (…), fueron importantes también en su evolución hacia una actitud más crítica y comprometida”. (De la cruzada al desenganche. La Iglesia española entre el franquismo y la transición, capítulo quinto. Mujeres, trabajadoras y católicas: la HOACF. Pág. 4. Mónica Moreno Seco)
[2]“Imposibilitada la unidad (…), finalmente se acordó mantener la Comisión Nacional de la HOACF y permitir a aquellas militantes que lo deseasen formar parte de la organización masculina, de equipos y comisiones mixtas. Así las cosas, dicha Comisión Nacional aceptó públicamente los Nuevos Estatutos de la Acción Católica, se desentendió del frente común formado por los movimientos de la Unión Nacional de Apostolado Seglar (UNAS) contra su aplicación (…). La mayoría pasaron a la organización masculina y la HOACF mantuvo una existencia formal -que no real-…”. (Del Nacionalcatolicismo a la lucha antifranquista. La HOAC de Castilla y León entre 1946 y 1975 pág. 426. Enrique Berzal de la Rosa).
[3] “Desde principios de 1969 las relaciones de la HOAC con la Jerarquía se tensaron al máximo por la negativa de la HOAC a aceptar el nuevo estatuto de la Acción Católica y la negativa de la Jerarquía a aceptar la lista de candidatos propuesta para el cargo de Consiliario (…). El 19 de septiembre la CEAS invalidó oficialmente todo el proceso (…). Lo más destacado de la decisión de la CEAS era lo siguiente:
a) el cese de todos los miembros de la Comisión Nacional.
b) la prohibición de toda actuación en nombre de la Comisión Nacional.
c) la paralización de las publicaciones
d) la entrega de todo lo que es propiedad de la HOAC y de su Comisión Nacional
e) la entrega de las llaves de los locales de Alfonso XI con el inventario correspondiente”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 47. José Domínguez)
[4] “A la XII RNE celebrada en Madrid del 11 al 15 de agosto de 1974 asistieron 27 diócesis, que aportaron un total de 180 representantes, 22 presidentes diocesanos y 19 consiliarios (…). De las 27 diócesis asistentes 25 aprobaron el voto por militante. Ese voto se aplicó por primera vez dentro de esa XII RNE, convertida en Asamblea de militantes, para elegir al consiliario…”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 101. José Domínguez)
[5] “Coherentemente con las Normas de Funcionamiento aprobadas, en el Pleno General de Representantes celebrado el 21 de diciembre de 1975, se procedió a la elección de la Primera Comisión General Permanente, en la que todos los miembros fueron directamente elegidos por todos los militantes (…). En Encuadramiento, resultó elegido Francisco Povedano Cáliz, pero al no poder hacerse cargo de la responsabilidad, se eligió más tarde a Fermín Rodrigo”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 108. José Domínguez)
[6] Este texto, de la pág. 267, como buena parte de los párrafos anteriores están tomados del libro Aproximación a la Historia de la HOAC 1946-1981 de Basilisa López García.
[7] Nota 476 (págs. 262 y 63) Aproximación a la Historia de la HOAC 1946-1981. Basilisa López García.
[8] “La IV y V asamblea están íntegramente dedicadas a la identidad cristiana de los hoacistas con sus dos dimensiones distintas, pero armonizables: la dimensión eclesial y la dimensión obrera militante. Los títulos finales de ambos documentos son un eco de la esencia tradicional de la identidad hoacista: “fieles a Cristo y fieles a la clase obrera”. Por eso en los dos se habla de cristianos y en los dos se alude a la militancia obrera con las expresiones revolucionarios y en la lucha obrera”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 112. José Domínguez)
La semana pasada entre el dos y el ocho de noviembre, la HOAC de Córdoba dio por iniciada la celebración del 75 aniversario que se prolongará hasta noviembre de 2021. Hemos querido hacerlo con la participación de las y los militantes en las Eucaristías de sus respectivas parroquias, en las que hemos compartido la noticia, así como la alegríay el compromiso que supone para la HOAC el inicio de este 75 aniversario.
La alegría de reconocer y agradecer el paso de Dios por nuestra historia comunitaria, y por la vida personal de tantas y tantos militantes a lo largo de todo este tiempo.
El compromiso de experimentar a Dios, hecho vida en nuestra debilidad. En Jesús de Nazaret, Dios se ha hecho trabajador y nos enseña a tender puentes y derribar muros para construir fraternidad entre la Iglesia y el mundo del trabajo.
Es, por tanto, un momento privilegiado de gracia, para renovar la llamada recibida de la Iglesia y de la HOAC, para experimentar y agradecer el ser discípulos misioneros, apóstoles de Jesucristo en el mundo del trabajo.
En 1967 comienza la reconstrucción de la HOAC en el siguiente contexto socio-político y económico: “en 1963 comienzan los planes de desarrollo de la mano de los tecnócratas del Opus Dei. España abandona su reducto del subdesarrollo y se convierte en la décima potencia industrial. Promovido por el aggiornamento (renovación y modernización) que supuso el Concilio Vaticano II y avivado por la disensión del clero y la izquierda católica, se va a ir produciendo un desgaste en las relaciones de la iglesia con Franco que desembocará, a partir de 1969, en desavenencia permanente.
La policía no tiene duda de la “afinidad” de muchos clérigos con la oposición al franquismo y el uso de dependencias eclesiásticas como infraestructura de lo que llamaban “actividades subversivas”.
Los franquistas acusan a la Iglesia de aprovecharse del fuero eclesiástico para actuar impunemente contra el régimen.” (García de Cortázar)
En esta situación la HOAC encuentra enormes dificultades para su crecimiento y expansión, ya que sus militantes están constantemente vigilados y, en muchos casos, detenidos, acusados de pertenecer a organizaciones clandestinas o promover diferentes conflictos laborales que el régimen considera desórdenes públicos.
En septiembre de 1966 la Comisión Nacional, a través del presidente, pide a militantes de la diócesis de Bilbao, que se vengan para Andalucía a iniciar y potenciar la HOAC. El equipo se completa con militantes de Granada1. Se celebra en Jaén una reunión de distintas diócesis andaluzas y se propone como responsable para iniciar la zona (como se denominaba entonces a la estructura autonómica) a Juan Fernández. Se continúa construyendo la zona de Andalucía en 1969 con las provincias de Granada, Almería, Murcia, Albacete y Ciudad real. El 10 de mayo de 1969 se tiene una reunión en Córdoba en la que se aprueba que haya una sola zona de Andalucía.
En Cádiz la policía rodea una parroquia en la que se mantenía una reunión con unos 40 obreros de astilleros. No hay detenidos. En 1970 se produce un registro policial en la sede de la HOAC y se incautan un conjunto de documentos y en 1974 la policía vuelve a detener a 30 obreros de Astilleros entre los que hay militantes de la HOAC.
En la famosa huelga de la construcción de Granada en 1970, en la que desgraciadamente mueren tres albañiles, los obreros se encierran en la Catedral junto con un grupo de sacerdotes. Hay un detenido que, tras una negociación, saldrá en libertad. Este conflicto, que representó un hito en la historia obrera de Granada, contó con una amplia y manifiesta presencia de militantes de la HOAC.
En la Semana Santa de 1970 se celebra la I Asamblea de la HOAC de Andalucíay Murcia en Granada para tratar el tema de las responsabilidades y la iniciación en las distintas diócesis. Se elige la primera Comisión de Zona y se nombra Presidente a Juan Fernández que, de hecho, venía ejerciendo la responsabilidad. A esta Asamblea asiste como invitado el equipo de San Pablo de Sevilla (esta diócesis se inicia con la colaboración del sacerdote Jesús Martín procedente de la Diócesis de Bilbao). Entre 1970 y 1972 se incorporan Málaga, Jaén, Córdoba y Sevilla.
En este periodo se desvinculan de la Zona de Andalucía la diócesis de Murcia, que pasa a formar parte de la Zona de Levante y Albacete que, junto con Ciudad Real y Toledo, forman la Zona de Castilla la Mancha.
En Málaga militantes de la HOAC participan activamente en los conflictos: por ejemplo, en 1972, en la empresa Conservas Villalta, por informar a la opinión pública sobre la situación laboral de los trabajadores de esta empresa, la policía detiene en la casa Parroquial de Miraflores de los Ángeles a dos militantes de la HOAC y a dos sacerdotes. Los seglares permanecen detenidos 20 horas. Paros y huelgas en Intelhorce (encierro en la Catedral en agosto de 1973) y CITESA. El cierre de VERS SA, conflicto que dura unos 5 años, etc. Acontecimientos similares se producen en casi todas las diócesis de Andalucía.
En 1973 un militante de la HOAC en representación de los cristianos independientes, entra a formar parte de la Junta Democrática.2
Se consigue el objetivo de reconstrucción de la HOAC, dando pasos significativos para superar la crisis que se había producido. La HOAC de Andalucía, joven, con ilusiones y ganas de trabajar representa una aportación importante en la reconstrucción de toda la HOAC. En casi todas las diócesis está presente la HOAC, a excepción de Cádiz, que se incorpora en la Asamblea de Granada en 1979 y Huelva que lo hace en 1981.
La II Asamblea de la HOAC de Andalucía se celebra en Málaga el 8 de diciembre de 1972. El tema fue: los grupos de acción, los centros de interés y la formación. Asisten 300 militantes. El esfuerzo realizado da su fruto y la Zona queda plenamente configurada.
El 18 de Julio de 1974 se celebra la III Asamblea de la HOAC de Andalucía, cuyo tema central era la preparación de la XII Reunión Nacional de Estudios: el análisis de la realidad, el quehacer del pueblo, de los militantes, de la Iglesia, de la HOAC y el voto por militante (todos los militantes pueden asistir a las asambleas y votar, en este caso se evita la representación a través de delegados). Esta Reunión Nacional se terminó convirtiendo en la I Asamblea General de Militantes. La Zona de Andalucía, con una experiencia, fruto de su presencia activa en el movimiento obrero y su fidelidad a Jesucristo dentro de la Iglesia a la que se le exigía un compromiso más decidido con los pobres, defendía la necesidad de la existencia de la HOAC, frente a una corriente minoritaria a nivel nacional que afirmaba que la HOAC ya no tenía razón de ser puesto que su labor quedaba reducida a mera suplencia en una sociedad con partidos y sindicatos si no legalizados, cuasi consentidos. En esta primera Asamblea sale fortalecida la HOAC a nivel nacional basándose fundamentalmente en la propuesta y experiencias aportadas por las diócesis andaluzas.
A partir de 1975, militantes y sacerdotes de la HOAC y la JOC de Jaén impulsan el dinámico movimiento vecinal de Linares y dan lugar a que la clase obrera se organice y se produzcan movilizaciones importantes en las minas y en otros sectores productivos, fundamentalmente en el metal. Desde Linares se extiende a lugares como Andújar, Mancha Real (donde se participa en la clandestinidad, en la creación de CC.OO.), Úbeda, La Carolina, etc.
Ese mismo año, hay un encierro de un grupo de militantes obreros en la Curia Diocesana de Granada pidiendo trabajo. Por informar de este conflicto es secuestrado el Boletín de la HOAC “Noticias Obreras”.
En la Semana Santa de 1977 se celebra en Córdoba la IV Asamblea de la HOAC de Andalucía, recién legalizados los partidos políticos. En esta asamblea hay un debate sobre el análisis de coyuntura y se comienza a dialogar sobre un borrador del Quehacer Eclesial. Se constata una vivencia profunda de los valores evangélicos, una profundización en la pertenencia a la Iglesia, una realización clara de la misión de evangelizar a los más alejados del mundo obrero, encarnándose y comprometiéndose en sus distintas realidades.
Los militantes de la HOAC están presentes en la mayoría de los conflictos y en las distintas organizaciones protagonistas u organizadoras de estas acciones reivindicativas (mayoritariamente en CC.OO., algunos en CNT y prácticamente todos en asambleas de empresa y como representantes o delegados sindicales.) y, también, en las distintas asociaciones de vecinos potenciándolas o ayudando a crearlas donde no existían.
En junio de 1982, en la localidad de Pilas (Sevilla) se organiza la V Asamblea de la HOAC de Andalucía. En estos últimos años ha habido un replanteamiento de las relaciones con las organizaciones populares, una reformulación de la teoría de la acción y una profundización en nuestra conciencia de pertenencia a la Iglesia. Por eso, en esta asamblea el tema será la identidad cristiana que, posteriormente, será también el de la V Asamblea General de la HOAC.
Uno de los puntos clave de esta asamblea queda explicitado en el siguiente texto: “Nuestro compromiso realizado desde cualquier organización o asociación, debe insistir en la búsqueda de salidas a los problemas de los más pobres de Andalucía; especial atención hemos de prestar para que las organizaciones populares ofrezcan soluciones al problema del paro en general, del campesinado y de los sectores más deprimidos; del mismo modo nuestro compromiso, en cualquier situación debe tener en cuenta la dignidad de la persona, anteponiendo sus derechos y libertades a cualquier interés por muy coyuntural que aparezca. En consecuencia, hemos de potenciar en las organizaciones populares, la atención preferente a la formación de la conciencia cívico-política para que el pueblo sea cada día más responsable de la situación, más consciente de la problemática y más protagonista de su lucha”
Esta es la última asamblea de la HOAC andaluza, por efecto de la aprobación de las normas de funcionamiento interno a nivel general. Se comienza un proceso en el que las zonas (a partir de aquí, denominadas interdiocesanas) funcionaran fundamentalmente por plenos de representantes y encuentros generales sobre determinados temas.
Desde la V Asamblea, la HOAC de Andalucía se ha centrado en potenciar y llevar a la práctica los acuerdos emanados de las distintas asambleas generales que, en lo sucesivo, van a determinar las tareas y planes de formación. Según las nuevas normas, se establecen relaciones directas entre las distintas diócesis y los órganos generales: Comisión General, Comisión Permanente, Plenos Generales de Representantes y Asambleas Generales. De esta forma, la Interdiocesana de Andalucía reduce su número de responsables a tres: presidencia, consiliaría y organización, para adaptarse a la nueva situación.
En los años que siguen, gran parte de las interdiocesanas que no se adaptan, desaparecen. La HOAC de Andalucía, sumida también en esa crisis, en 1991 va a consensuar un replanteamiento en su organización y funcionamiento que la hará perdurar y que estará basado en las siguientes líneas fuerza:
No duplicar reuniones ni estructura.
Servir de apoyo y ayuda a las diócesis más pequeñas (escuela y grupo de trabajo de formación, grupo de trabajo del compromiso, coordinación de cursillos, etc.).
Abordar y profundizar las relaciones con la estructura andaluza a nivel eclesial (Asamblea de Obispos del Sur, JOC de Andalucía, etc.) y sociopolítico (sindicatos, etc.).
Impulsar la iniciación de las diócesis en las que no había HOAC (Almería, Guadix y Jerez).
Cambiar significativamente las funciones y forma de trabajar de la Comisión de Andalucía:
No tanto organizadora de encuentros como coordinadora e impulsora.
Más atenta a la vida y necesidades de las diócesis, especialmente las más pequeñas.
Con un nuevo esquema de trabajo y metodología, en base a lograr el mayor consenso posible y la mayor eficacia.
Y, en ese proceso, seguimos.
Continuará…
[1] “En 1967 se afincó en Granada un potente equipo de militantes procedentes de Bilbao con un proyecto muy definido: hacer una profunda difusión de la HOAC en toda Andalucía oriental e iniciar grupos de militantes en núcleos urbanos y en pueblos rurales donde hubiera condiciones. El equipo estaba constituido por el matrimonio Rosi y Juan Fernández, que se fueron a vivir al barrio del Zaidín, Mari Paz Millán, Mari Carmen Mora y María Ángeles Manterola, que se instalaron en el barrio de la Virgencica, que eran casas bajas prefabricadas con planchas de cemento. El párroco era Antonio Quitián, que había hecho el cursillo apostólico de la HOAC en los años cincuenta, siendo todavía seminarista; se hizo peón de albañil con otros curas y asumió la consiliaria de la HOAC. De esa labor de iniciación surgieron militantes tan destacados como Pepe Juárez y José Antonio Garrayo y consiliarios como Antonio Hernández y Pepe Quirantes”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 55. José Domínguez)
En esta página iremos recordando documentos o imágenes de parte de la historia de la HOAC en España, en Andalucía y en Córdoba.Lo que sigue, a continuación, es un pequeño resumen de la historia de la HOAC española y andaluza desde 1946 a 1967.
La HOAC nace en 1946 a instancias del Papa Pio XII que ve la necesidad de la especialización de la AC, preocupado por el alejamiento de los trabajadores de la Iglesia. El Cardenal Pla y Daniel la impulsa y los obispos españoles dan el visto bueno. Serán Guillermo Rovirosa (seglar) junto con Tomas Malagón (sacerdote) sus principales promotores. La Iglesia le encarga la siguiente misión: “La tarea misionera de la HOAC se realiza fundamentalmente en las diversas comunidades ambientales del mundo obrero, haciendo presentes a Cristo y a su Iglesia a través del testimonio personal y comunitario de vida cristiana y de la proclamación del mensaje Evangélico. Para conseguir esta promoción de obreros cristianos, que sea un fermento evangelizador dentro del mundo obrero, la tarea más importante de la HOAC es formar la conciencia cristiana de sus miembros en orden a una participación activa en la tarea misionera de la Iglesia y un testimonio cristiano a través de la acción del compromiso temporal.”
La HOAC desde sus comienzos estuvo relacionada con el Movimiento Obrero Internacional, especialmente con la Asociación Católica de Trabajadores Italianos (ACLI), la francesa Acción Católica Obrera (ACO ) y posteriormente el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC).
En la I Semana Nacional celebrada del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1946, queda fundada la HOAC. Se pusieron las bases para la creación del ¡TÚ! que en junio de 1947 tenía una gran tirada. En 1947 se crea el Boletín de Dirigentes que sirve para la formación de militantes. A partir de unas acusaciones del diario Arriba, se obligó al ¡TÚ! a pasar por la censura civil. Ante la imposibilidad de publicar con esta censura, la HOAC opta por su supresión definitiva en 1951. Contaba con una tirada de 45.000 ejemplares.
A Partir de la III Semana Nacional 11-7-1948 se fundan los Grupos Obreros de Estudios Sociales (GOES). Estos grupos tuvieron gran aceptación en el movimiento obrero de forma que se encuadraron en los mismos gran cantidad de obreros de los distintos sectores de la producción, de los vecinos de los barrios y personas muy cualificadas en sindicalismo, cooperativismo, cívico-político, ayuntamiento, economía, etc.
En 1949, solo tres años después de su nacimiento, la HOAC cuenta ya con más de 5.000 militantes.
De esta historia forma parte la HOAC de Andalucía. En algunos casos, la HOAC se establecía sobre grupos de la Acción Católica y, por tanto, podemos decir que en 1946 se constituye la HOAC en Cádiz, Sevilla y Granada. En 1952, en un pleno extraordinario se crean 6 zonas, entre ellas la Zona Sur compuesta por: Almería, Cádiz, Canarias, Córdoba, Granada, Guadix, Jaén, Málaga, Sevilla, Tenerife y Marruecos. La característica común a todas estas diócesis es que la HOAC se implantaba en los distintos núcleos obreros de la industria predominante en la provincia, por ejemplo: Astilleros en Cádiz, construcción en Granada, RENFE en Málaga, minas y metalurgia (Santa Ana Linares) en Jaén…
En 1953 para suplir la desaparición del ¡TÚ! el boletín de la HOAC (actual Noticias Obreras), pasa a ser un medio de formación y difusión de la HOAC aumentando su tirada y con una periodicidad de diez días.
En 1954 se publica el Plan Cíclico (actual Plan Básico de Formación Cristiana), plan de formación que hasta la fecha ha sido el instrumento de formación de militantes de la HOAC y que contribuyó definitivamente a la creación del militante obrero cristiano.
De 1960 a 1964, los y las militantes de la HOAC ayudan a potenciar CNT y UGT y colaboran en la fundación del SOCC, USO, ORT, AST y CC.OO. En Andalucía estas organizaciones se desarrollan a través de militantes de la HOAC y, en algunos casos, en colaboración con la JOC. Toda esta historia, está llena de ejemplos de militantes comprometidos, perseguidos, detenidos. El boletín de la HOAC es secuestrado en innumerables ocasiones.
La pertenencia de los y las militantes de la HOAC a distintas organizaciones políticas, vecinales y sindicales va creando una forma distinta de ver el compromiso y a la propia HOAC.
La actuación de la jerarquía sobre la Acción Católica, incluida la no aceptación del nombramiento de Francisco Mera como Presidente, crea una situación de crisis en la HOAC que contribuirá a resolver en 1969 el Cardenal Casimiro Morcillo con el compromiso de mantener un estatuto propio. En la resolución de esta crisis tuvo un papel muy importante la incipiente Zona de Andalucía.
En la IX Reunión Nacional de Estudios (RNE) celebrada en Almería en 1967, se intenta salir de la crisis o por lo menos dar una respuesta. La situación se agudiza en los dos plenos de Presidentes celebrados en 1968 y en la XI RNE celebrada en Pamplona en 1969 donde se ponen de manifiesto todas las tendencias y diferencias en el seno de la HOAC que, definitivamente, provoca una crisis que amenaza con su disolución hasta el punto de que las diferentes enciclopedias o libros especializados de historia dejan de mencionarla desde ese año.
75 años de encuentro entre la iglesia y el mundo obrero
La fecha de nacimiento de la HOAC, se sitúa en el 3 de noviembre de 1946, en la clausura de la I Semana Nacional, celebrada en la Basílica de la Milagrosa, en Madrid.
Es la fecha en que se pone en marcha definitivamente el proyecto que los obispos españoles encargan a Guillermo Rovirosa de impulsar una Acción Católica especializada para la evangelización del mundo obrero.
Desde entonces, ininterrumpidamente, pese a las diversas circunstancias de todo tipo por las que ha transcurrido la vida de la HOAC, podemos afirmar que se ha desplegado toda una historia de fidelidad eclesial en fidelidad al mundo obrero al que hemos sido enviados.
Celebrar es una dimensión constitutiva de nuestra fe: es acoger la acción de Dios en nuestra vida, para agradecidos, poder transformarla en acción de gracias. Por eso queremos festejar con gozoso agradecimiento estos primeros setenta y cinco años de existencia, de fidelidad eclesial, de entrega incondicional de las vidas de tantos hombres y mujeres de la HOAC, y de comunión con la vida de nuestras hermanas y hermanos del mundo obrero.
La celebración, que estará repleta de actos en la mayoría de las diócesis durante todo un año, queremos iniciarla precisamente el próximo 3 de noviembre. Con ella pretendemos, no solo mirar con gratitud al pasado, sino también sentirnos impulsados hacia el futuro en la vivencia comprometida de nuestro presente.
Nos sentiremos honrados y agradecidos de la participación en los actos que se organicen, por parte de todas las personas que lo deseen tanto de nuestra Iglesia diocesana como del mundo del trabajo.
Un año más, desde 2014 en el que comenzó su andadura, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), que reúne en Córdoba a realidades eclesiales como el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), la Juventud Obrera Cristiana (JOC), Hermandades del Trabajo, la Acción Católica Obrera (ACO), Cáritas, Manos Unidas, la Confederación Española de religios@s (Confer), la Delegación Diocesana de Migraciones y la adhesión de un nutrido grupo de parroquias, convoca en Córdoba el día 7 de octubrelos actos para la conmemoración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente:
19:00 h. Eucaristía en la parroquia Santas Margaritas.
20:00 h. Marcha por el trabajo decente desde la plaza de las Tres Culturas hasta la glorieta Llanos del Pretorio.
Es una Jornada para defender el trabajo decente en el templo y en la calle y reivindicar un empleo que proporcione las condiciones necesarias de vida para que sea digna, plena y humana, como Dios quiere.
Reclamar trabajo decente no es pedir «la luna». Más bien implica cuestiones básicas y justas: salarios justos, empleos seguros y en libertad (incluida la sindical), estabilidad laboral que alumbre otra estabilidad: la vital. Un trabajo que permita «ganarse la vida», en lugar de exprimirla perdiéndola en la supervivencia del día a día.
Sin embargo, la sociedad de mercado en la que vivimos se basa justo en el principio contrario al del trabajo decente. Prima el beneficio económico por encima del social y enaltece la competitividad, entendida como competición individual por conseguir un trabajo escaso. Potencia el Individualismo, el egoísmo, frente a la fraternidad y la solidaridad. Pero, sobre todo, convierte un problema colectivo en individual, haciéndolo invisible en la sociedad. Algo contrario a los valores evangélicos.
Este año, la COVID-19 nos devuelve una imagen amplificada de esta forma de organizar la sociedad que impide el trabajo decente. Así, se dan fenómenos como…
Junto a sanidad y fuerzas de seguridad, los trabajos más expuestos son los más precarios.
La protección estatal vía ERTES no llega al empleo temporal, precariado, etc.
Las prisas por recuperar la actividad económica producen que rebrote la pandemia. Resultado de colocar el beneficio económico por encima de algo esencial: la salud de la población.
Ante esta situación, como cristianas y cristianos inmersos en el mundo del trabajo, hacemos nuestro lo que proclama la Iglesia en el documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia: «hoy, la solución de los problemas del mundo del trabajo (…) no pasa sólo por el crecimiento económico y la creación de empleo (…) Al mismo tiempo debemos prestar una atención especial para que el modelo de producción permita vivir y cultivar la vida personal, familiar, cultural, social y religiosa que son imprescindibles para que el Hombre (la Persona) pueda desarrollarse como hijo (hija) de Dios y la sociedad pueda construirse sobre los cimientos de la justicia y la libertad”
Por todo ello, la HOAC de Córdoba te invita a sumarte a esta Jornada, y a mantenerla viva, más allá del 7 de octubre, hasta que no sea ya necesaria su celebración.
La HOAC de Córdoba vuelve a concentrarse en solidaridad, denuncia y oración por todas las muertes acaecidas en Córdoba. La Siniestralidad Laboral sigue matándonos. La HOAC sigue alzando la voz contra esta injusticia.
En esta ocasión nos concentraremos el próximoviernes, 18 de septiembre, a las 20:30 h. En el Bulevar del Gran Capitán (Junto a la Parroquia de San Nicolás)
En ella daremos lectura a la siguiente reflexión:
La siniestralidad laboral o el arte de volver la espalda a la tragedia
Todos los años, cuando agoniza el verano La HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) se concentra por las muertes ocurridas en accidente laboral en este tiempo de estío. Este año, a causa del confinamiento, el período abarca desde marzo. Desde ese tiempo han ocurrido en nuestra provincia o protagonizados por personas de nuestra provincia, tres accidentes con resultado de muerte:
El 25 de marzo falleció el médico de 63 años Manuel Barragán como consecuencia del contagio del COVID-19 (que, seguramente, ni siquiera constará como siniestro laboral).
El 24 de agosto murió Daniel González Rivas, un joven de 30 años vecino de Puente Genil, cuando trabajaba en la perforación de un pozo agrícola en el municipio sevillano de Pedrera. Al parecer, el siniestro se pudo deber a una bolsa de gas o de aire contaminado.
El 9 de septiembre perdía la vida Roland Irías, un trabajador hondureño de 45 años afincado en Cabra, según las primeras informaciones al “caer del tejado de una nave industrial”. Sin embargo, otras fuentes apuntan ahora a un atrapamiento por una máquina.
La realidad, tozuda realidad, es que cuando se produce una tragedia y no se aprende de ella y no se toman las medidas adecuadas, la tragedia se repite. En España, el año pasado se repitió 695 veces y en Andalucía 121. Por eso a los fallecidos en el trabajo se les llama “los muertos olvidados”. Generan pocos titulares, no interesan, son muertos “de segunda”.
¿Por qué? La respuesta la podemos encontrar en el sistema económico que impera en nuestra sociedad marcado por unos valores extremadamente materialistas, en donde el objetivo prioritario y fundamental lo representa el dinero, la rentabilidad económica, el beneficio a costa de lo que sea, incluso de la vida de las y los trabajadores.
Constatamos como aumenta la inversión en nuevas tecnologías para elevar la producción, mientras que la estabilidad en el empleo, el salario y la formación en prevención de riesgos laborales se entienden como costes insoportables que hay que reducir para incrementar el beneficio.
La siniestralidad laboral es el termómetro del sistema productivo. Si la siniestralidad sube, desciende el trabajo decente. Hemos de invertir los valores. Lo primero y fundamental es la persona, no el dinero. Si volvemos la espalda a la siniestralidad, le estamos volviendo la espalda a más de 600 mil familias que sufrieron con un miembro de baja, debido a un accidente laboral. La alta siniestralidad laboral continúa siendo el gran problema sin resolver en el mundo laboral.
Por nuestra parte, seguimos insistiendo en la necesidad de una actuación conjunta y coordinada de las administraciones públicas, inspección de trabajo, centrales sindicales y organizaciones empresariales con el objetivo de erradicar la alta siniestralidad laboral mediante mejores condiciones de trabajo que lleven consigo una mayor seguridad y salud laboral.
Como cristianos insertos en el mundo obrero, subrayamos las palabras del Papa Francisco, “… Una vez más dirijo un apremiante llamamiento para que no prevalezca la lógica del provecho, sino la de la solidaridad y la justicia. ¡En el centro de toda cuestión, también la laboral, haya que colocar siempre a la persona y su dignidad! ¡Con el trabajo no se juega! (Roma, 3 de septiembre de 2014).
Por eso seguiremos reivindicando que el trabajo es para la vida. ¡Ni una muerte más!