APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA HOAC DE CÓRDOBA

II. LA FORMACIÓN Y LA DIFUSIÓN

Año 1962

Una preocupación central en esta primera etapa, como hemos podido ver, era la formación. La formación integral de la conciencia obrera cristiana (uno de los mayores servicios que la HOAC ha prestado y presta a la Iglesia y al mundo y movimiento obrero). Esta preocupación llevaba implícita otra no menos ingente: la formación de líderes y dirigentes obreros.

Al principio se utilizó la Revisión de Vida como método formativo. No hay que olvidar que no se buscaba una formación teórica, meramente intelectual, de saberes doctrinales desconectados de la realidad, más bien al contrario, la formación se entendió desde el principio como la conjunción de teoría y práctica que impulsara permanentemente al militante al «ejercicio práctico del apostolado»

Para ello, pronto se reveló como más idóneo el llamado método de encuesta (adaptación hecha por Rovirosa de la metodología jocista) que, en palabras de la época, consistía en «examinar, luego de una previa y ordenada investigación personal, un determinado problema de la vida real y actual del trabajador, para iluminarlo desde el Evangelio y discernir una respuesta concreta que debía estar destinada a la acción posterior”.

Plan de Formación de la HOAC 1962

Este método de encuesta concretado en una serie de temas que conformaron el Plan Cíclico y que, después de sucesivas reelaboraciones y actualizaciones, conocemos hoy como Plan Básico de Formación Cristiana (PBFC), fue la pieza clave para la formación de militantes obreros cristianos desde la HOAC.

En este plan se conjugan de forma equilibrada el estudio, el descubrimiento personal y grupal de la realidad opresiva circundante y la necesidad de cambiarla para hacerla más grata y querida por Dios, haciendo ver a los trabajadores que eran ellos y no otros, los sujetos idóneos para llevar a cabo su liberación y, por tanto, los protagonistas de la misma.[1]

Esta pieza clave en la formación, con el complemento de los cursillos, provocó un impacto en los obreros de la época que se acercaban tímida y recelosamente a la HOAC, que aún hoy muchos de ellos recuerdan y confiesan seguir manteniendo de una u otra manera.

Junto a estos se arbitraron también otros medios para la formación integral del militante (ejercicios espirituales, retiros mensuales, reuniones de familia…). Estas reuniones de familia se celebraban mensualmente y tenían lugar de forma rotativa en el domicilio de un militante cada vez en las que, además de agasajar con un ágape a los demás, se aprovechaba para impartir charlas formativas, coloquios, etc.)

Libro del cursillista 1950

Dos medios y dos hechos. Los medios que resultaron claves tanto en la propagación y difusión de la HOAC, como para la propia formación obrera y cristiana fueron:

  • El ¡TÚ!
  • El Boletín de Dirigentes.

Los hechos que resultan de interés fueron:

  • Uno, el que Manuel Figueroa Montoro, militante de Córdoba participara en la elaboración del Plan Cíclico.
  • Otro, el esfuerzo «propagandista» (como se denominaba en la época a la difusión de la HOAC) de los militantes, que semanalmente distribuían alrededor de 130 ejemplares del ¡TÚ! en sus ambientes (parroquias, centros de trabajo…), lo que suponía más de 500 ejemplares mensuales, que eran acogidos con interés y entusiasmo.

Coincidiendo, en parte, con el ¡TÚ! se publicó en Córdoba un pequeño periódico, que editado en la Tipografía Católica recibió el nombre de ¡ADELANTE! Salía como suplemento del boletín de la parroquia de San Francisco (única manera de intentar evitar la censura franquista) pues así, el que corregía las pruebas y daba el visto bueno era el párroco del Alcázar Viejo. De periodicidad mensual, era gratuito y se distribuía (ya separado del boletín parroquial) por toda la ciudad de Córdoba y pueblos de la provincia, en cantidad aproximada a los 600 ejemplares mensuales. D. Juan Font tenía una sección fija que titulaba «Querido Pepe» y el resto corría a cargo de la pluma de Diego Delgado. En sus dos hojas aparecían reflejados los problemas que había en las empresas, se realizaban comentarios críticos de las leyes en materia laboral y social, así como noticias de la HOAC y los distintos centros.

Vio la luz durante un periodo de 5 o 6 años hasta que un día la policía hizo su aparición preguntando de dónde salía, quién lo elaboraba, etc., y si pasaba o no por la censura civil.

La CD dio las explicaciones pertinentes pretextando ser suplemento del boletín parroquial de San Francisco y, por tanto, de uso interno para los militantes. Las explicaciones fueron desestimadas por lo que se conminó a la CD de Córdoba a tener que acogerse a la censura y autorización del Gobierno Civil.

Censura o desaparición. Ante la imposibilidad de mantener los mismos contenidos se optó por la desaparición antes que someterlo a la censura del Régimen. De esta manera, como ocurrió con los apóstoles respecto al Maestro, el ¡ADELANTE! corrió la misma suerte que el ¡TÚ!

En su corto recorrido, el ¡ADELANTE! tuvo mucha aceptación en los pueblos y centros de trabajo y contribuyó de forma decisiva a la formación de la conciencia laboral y social de muchos trabajadores de la época.

Para reforzar la labor formativa se recibía en Córdoba el Boletín de Dirigentes. Pretendía completar la formación en el terreno de lo doctrinal y dar unidad y cohesión interna al movimiento. Pronto se convirtió en una revista de carácter interno, orientada a la formación de los dirigentes seglares. El boletín era confeccionado o inspirado por Rovirosa y constituyó una pieza esencial para la formación de muchos militantes de la HOAC de Córdoba.

Siguiendo las orientaciones e indicaciones del Boletín de Dirigentes se articularon los Grupos Obreros de Estudios Sociales (GOES) que representaron un importante núcleo intelectual de la HOAC. Estos grupos tenían una estructura a nivel nacional, por lo que estaban por encima de la estructura diocesana y su órgano de expresión era el propio Boletín.

Los GOES existentes en todo el país, desarrollaron un amplio abanico de temas económico-sociales orientados a dar soluciones a problemas concretos de la clase obrera convirtiéndose en punto de encuentro de militantes procedentes del campo anarquista, socialista y comunista. Entre los temas abordados destacaron, por ejemplo: la contratación colectiva, la reforma de la empresa, la propiedad familiar, la propiedad de los medios de producción, los impuestos y la inflación y su repercusión en los salarios.

Este esfuerzo formativo dio como resultado:

  • La posibilidad de poner a dialogar la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) con la cultura obrera.
  • La aparición de un considerable número de obreros cristianos «especializados» en aquellos temas económicos que incidían de lleno en sus problemas laborales.
  • La crítica a leyes concretas, dictadas por el gobierno franquista, que lesionaban derechos de los trabajadores.
  • La divulgación de fórmulas alternativas a la empresa capitalista en las que se pudieran dar unas relaciones de mayor equidad como era el caso de la sociedad anónima laboral (SAL) y de las cooperativas de producción.

En Córdoba funcionó un GOES: el GOES político, llamado así por su especialización en este campo. Este GOES lo constituyeron: Antonio Hens, Antonio González y Diego Delgado.

La labor del GOES político cordobés fue muy valorada. De ello da fe su presentación en la XVII Semana Nacional celebrada en Oviedo en septiembre de 1963, en la que también se desarrolló un cursillo de iniciación a cargo de Canamasas, Norberto Moreno y Lola Castilla.

La formación que proporciona la HOAC y el trabajo desarrollado por el GOES son tan valiosos que, a Diego Delgado se le llega a buscar para que ayude a confeccionar diversos convenios colectivos.[2]

La pertenencia a un GOES, así como los trabajos elaborados eran considerados peligrosos porque trataban asuntos muy delicados para los tiempos que corrían (libertad sindical, federalismo…), de tal manera que se cuidaba mucho que los materiales nunca cayeran en manos de la policía, incluso se desconfiaba de enviarlos por correo y, en muchas ocasiones, se aprovechaban los viajes a Madrid con motivo de alguna reunión para entregarlos en mano.

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[1] En la explicación inicial para la realización del Plan cíclico, donde se ofrece una visión de conjunto del propio plan y del trabajo personal, aparece un enunciado titulado “LAS EXCUSAS” que, por su curiosidad, y como reflejo de la firmeza y seriedad con que se tomaban el compromiso los militantes de la HOAC, no podemos resistirnos a reproducir aquí:

LAS EXCUSAS

“Cuando se dispone de una buena excusa, viene siempre la tentación de echarnos atrás en el servicio de Dios.

Las excusas pueden tener alguna eficacia ante los hombres, pero en la HOAC no nos hemos comprometido a una obra de hombres sino a una obra de Dios.

Por esto es inútil dar excusas a los dirigentes, al Consiliario. A quien hay que darlas, en todo caso, es a Jesús Crucificado. Cuando aparezca la tentación de aflojar en las tareas de la HOAC porque se tiene una buena excusa, lo que hay que hacer es ver si uno tiene cara para presentarlas al Crucificado, a la vista de lo que Él sufrió y padeció por mí, sin quererse excusar ni un solo momento”.

[2] Apuntes para una historia de la HOAC en la diócesis de Córdoba págs. 135. Antonio Navarro Sánchez.

Un comentario en «APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA HOAC DE CÓRDOBA»

  • 26 febrero, 2021 a las 6:06 PM
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    Enhorabuena por esta serie de artículos históricos de la Hoac de Córdoba, y gracias por hacerlos y publicarlos. Disfruto con ellos, y aprendo mucho. Ánimo a quien corresponda en esta ardua labor para que se sigan publicando. Un fuerte abrazo.

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