HISTORIA DE LA HOAC

LA HISTORIA DE LA HOAC EN SUS ASAMBLEAS

Antes de lo que hoy conocemos como asambleas generales, existieron las llamadas semanas nacionales. La primera Semana Nacional de las Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC), tuvo lugar en Madrid del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1946. En ella, se fundó realmente la HOAC. Se impartieron 12 lecciones y 7 ponencias. Las lecciones cubrían tres frentes:

  • La organización de la HOAC.
  • La posición de los cristianos ante el liberalismo y el marxismo.
  • La Doctrina Social de la Iglesia.

Las ponencias estuvieron dedicadas a la creación y funcionamiento organizativo de la HOAC.

Se celebraron XX semanas nacionales, cada año de 1946 a 1967, a excepción de 1962, que fue aplazada al año siguiente por causa de las huelgas mineras y 1966, que fue suspendida, debido a los problemas generados por la promulgación de las bases dadas por la jerarquía para la celebración de reuniones nacionales.

Destacar aquí, la XI Semana Nacional que se celebró en Córdoba del 9 al 15 de noviembre de 1956. Asistieron delegados de la Federación Internacional de Movimientos Obreros Católicos (FIMOC). Su importancia estriba en que se celebraron reuniones conjuntas con la HOAC femenina (HOACF), en cuya Comisión Nacional trabajó durante unos años nuestra querida militante de Córdoba: Lola Castilla, para tratar temas como el de la familia, el mantenimiento del hogar, etc.[1] Hasta el año 67 no se produce el paso de las mujeres a la HOAC, sin embargo, la HOACF, continuó como organización diferenciada, aunque poco a poco se fue diluyendo.[2]

Simultáneamente y de igual manera, se celebraron XI reuniones nacionales de estudios (RNE), cada año de 1959 a 1969. A la última faltaron 17 diócesis, culminando, en ella, la crisis interna de la HOAC. [3]

En 1974, comienza la reconstrucción con la celebración de la XII RNE, que se convertirá en la I Asamblea General de la HOAC. Tuvo lugar en Madrid y estableció las bases para el debate sobre la teoría de la acción hoacista, con la finalidad de dar respuesta a los nuevos retos sociales y eclesiales.[4]

En 1975, la II Asamblea General celebrada en Valladolid pivotó sobre dos ejes: la aprobación de las normas de funcionamiento interno y la revisión del compromiso militante en los ramos de producción (fábricas y empresas), barrios y pueblos.[5]

En 1977, en la III Asamblea General celebrada en Valencia (ya son cada dos años), se aprobaron las tareas fundamentales de la HOAC y se planteó la presencia comprometida y plural de los y las hoacistas en las luchas y organizaciones del pueblo, así como su participación en las realidades eclesiales. Trató, en parte, sobre la intensificación de los trabajos de iniciación y formación, siempre con el deseo explícito de hacer viable el proceso de asimilación de una cultura secular y revolucionaria centrada en la estrategia de Unidad Popular desde la Complementariedad Dialéctica.[6] Así lo justificaba el acta de la III Asamblea: “Constatamos que existen en el pueblo tres proyectos globales de liberación que persiguen la unidad popular, con distinto principio racionalizador: subordinación dialéctica, exclusión dialéctica, complementariedad dialéctica (…) La Asamblea General de Militantes opta por el proyecto global de Unidad Popular de complementariedad dialéctica, ya que entiende que es la más eficaz para la autoliberación del pueblo…[7]

En 1979, bajo el lema “Cristianos y Revolucionarios”, se celebró en Granada la IV Asamblea General que representó un momento importante en el proceso de reconstrucción de la HOAC, pues al mismo tiempo que se intentaba redefinir la HOAC, a partir de la experiencia y reflexión de los últimos años, se aprobaba el primer Plan de Actividades común para toda la HOAC, para un período de dos años. Parece que la HOAC salía de la crisis y se presentaba con una conciencia clara de sí misma ante la sociedad y la Iglesia españolas. Su contenido fue publicado por ediciones HOAC en el libro «Cristianos y Revolucionarios».

En 1981, con el lema “Cristianos en la lucha obrera”, la V Asamblea General celebrada en Barcelona, abre un proceso de reflexión sobre la identidad del movimiento. Se afirma la voluntad de que sea la identidad cristiana la que determine y vertebre todo el caminar de la HOAC y de sus militantes. Este planteamiento supone repensar la misma comprensión de la evangelización, la presencia de los militantes en la lucha obrera y en las realidades eclesiales, la Teoría de la Acción, el talante de las publicaciones… Los materiales y conclusiones fueron publicados en el libro «Cristianos en la Lucha Obrera». Para la HOAC de Córdoba fue un momento importante, ya que en ella resultó elegido un militante de Córdoba: Rafael Serrano, como Presidente de la HOAC (1981-1989). [8]

En esta asamblea se ponen de manifiesto una serie de diferencias que afectan a bastantes militantes. Estas distintas formas de percibir a la HOAC provocan la salida de un buen número de militantes. En Andalucía, una de las diócesis más afectadas fue Málaga.

En 1983, la VI Asamblea General celebrada en Madrid se plantea como tema central la Formación para convertir esa identidad cristiana, fundamento de las dos asambleas anteriores, en realidad viva personal y comunitaria. Ello requiere elaborar un Proyecto de Formación que lo posibilite. Esta Asamblea aprueba dicho Proyecto, con su concreción de objetivos, metodología, etapas y planes, del que es base fundamental el Plan Cíclico elaborado por Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón.

1986. VII Asamblea General celebrada en Zaragoza. Tema: el compromiso de los militantes y la presencia pública de la HOAC. Esta Asamblea es una consecuencia del proceso emprendido en la V Asamblea General que aborda, desde la identidad cristiana, la presencia y el compromiso de la HOAC y de sus militantes en la sociedad y en la Iglesia para que sea verdaderamente significativo y evangelizador. Se perfila el quehacer de la HOAC, en relación con los comunicados que había que firmar y con quiénes y, también, se aprueban las Bases de Funcionamiento y Estructura Interna de la HOAC para ajustarlas a la identidad cristiana.

1990. VIII Asamblea General celebrada en Gijón. El tema central es el compromiso comunitario, y la presencia de la HOAC en el pueblo y la iglesia. Con esta Asamblea la HOAC va a entrar en una nueva etapa. Clarificada su identidad, se trata ahora de profundizar en la misión prestando especial atención a los destinatarios y plantearse, explícitamente, la dimensión comunitaria de la presencia y de la acción evangelizadora de la HOAC. Todo ello, abre un proceso de discernimiento cristiano, a través del cual la HOAC ha ido elaborando un «proyecto comunitario de evangelización».

En 1991, en un Pleno General de Representantes, máximo órgano de la HOAC entre asambleas, fue elegido Juan Francisco Garrido (1991-1995), militante de la diócesis de Córdoba para la responsabilidad de Encuadramiento de la Comisión Permanente.

1995. IX Asamblea General celebrada en Madrid bajo el lema: “Jesucristo, Propuesta de Liberación para el mundo obrero”. Esta asamblea se propuso:

  • Tomar conciencia de los retos que la nueva situación de la sociedad y del mundo obrero plantea hoy a la Iglesia y a la HOAC, así como las posibilidades que ofrecen para la evangelización.
  • Revisar si la HOAC y sus militantes están viviendo y actuando en coherencia con lo que su ser y misión reclaman hoy de ellos y ellas.
  • Concretar cómo han de vivir y de actuar para responder a esos nuevos retos y posibilidades.

En 1996 se celebra el 50 aniversario de la HOAC que tiene una gran repercusión a nivel nacional con diferentes encuentros a los que asisten dirigentes de las distintas organizaciones sindicales y representantes de distintas asociaciones eclesiales. Destacamos la exhortación del Papa Juan Pablo II que anima “(…) a no desfallecer en su compromiso por vivir como auténticos cristianos y caminar hacia la santidad en su calidad de obreros y, al mismo tiempo, a evangelizar al mundo del trabajo, promoviendo aquellos mecanismos y estructuras que no solo garanticen mejor la dignidad de la persona y la familia, sino que reconozcan debidamente el valor del trabajo”.  De otra parte, el Secretario General de CC.OO. afirma en una declaración que “sin la HOAC, CC.OO. no existiría”.

1999.  La X Asamblea General celebrada en Madrid. se centra en el compromiso de los militantes. Bajo el lema «Testigos de Jesucristo en el Mundo Obrero», abre un amplio proceso para responder a los interrogantes y dificultades que nos plantea nuestro compromiso evangelizador en el mundo obrero. Para mejorar el compromiso de los militantes en la nueva situación de fragmentación y precariedad del mundo obrero, la Asamblea acuerda constituir grupos de reflexión y concreta unas líneas de avance que contienen tres grandes procesos:

  • Proceso para definir y concretar el Proyecto Evangelizador de cada militante.
  • Proceso para replantearse y cualificar el quehacer de los militantes en la HOAC.
  • Proceso para avanzar en la comunión y en la vinculación entre formación espiritualidad y compromiso.

2001. En el Pleno General de Representantes resulta elegido Manuel Díaz, militante de la diócesis de Córdoba, como Presidente General de la HOAC (2001-2005).

2003. La XI Asamblea General celebrada en Madrid se plantea el Quehacer Apostólico Comunitario de la HOAC, partiendo de tres opciones, ocultadas o negadas por nuestra sociedad, pero que entendemos implicadas en nuestra fe:

  • Apostar por vivir la propia existencia desde la situación de conflicto que vive el mundo obrero, para ponerlo de manifiesto.
  • Apostar por vivir la propia existencia para afirmar y promover la cultura de la vida y la dignidad de la persona del mundo obrero.
  • Apostar por vivir la propia existencia desde los empobrecidos del mundo obrero y trabajar para que tengan voz y protagonismo.

También, se ponen en marcha los Sectores para desarrollar el Quehacer Apostólico Comunitario.

2009. XII Asamblea General celebrada en Madrid. El lema escogido fue: «Para evangelizar el mundo obrero y del trabajo, humanicemos la cultura». En concreto, nos plateamos:

  • Cómo configurar desde nuestra identidad y misión, una manera de sentir, pensar y actuar y ofrecerla como propuesta a la cultura del sistema de producción y consumo.
  • Cómo convertir el Evangelio en cultura, es decir, en la manera de sentir, pensar y actuar del mundo obrero y del trabajo y en la Iglesia, con un solo objetivo: ser mujeres y hombres de comunión para humanizar la cultura.

2015. La XIII Asamblea General celebrada en Segovia, con el lema: “Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero”, se centró en:

  • Compartir una visión común de la actual situación del mundo del trabajo y de la Iglesia.
  • Revisar las propuestas de vida y acción de nuestra anterior asamblea.
  • Tomar decisiones sobre cómo queremos ser, vivir y actuar en los próximos años como comunidad eclesial que quiere vivir y testimoniar a Jesús en medio del sufrimiento, el empobrecimiento y la inequidad que sufren tantas personas y familias trabajadoras, para seguir construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero.

Como se puede comprobar, la periodicidad de las Asambleas ha ido variando y, actualmente, se celebran cada seis años.

Las Asambleas Generales han supuesto, siempre, intensos momentos de reflexión y revisión para una HOAC con una clara vocación participativa y autogestionaria.

Para la HOAC de Córdoba han representado periodos de amplio avance formativo en su preparación y una profunda evolución en el desarrollo de sus acuerdos, que, sin duda, han marcado el progreso en la vivencia del compromiso apostólico personal y comunitario, así como su caminar histórico. Así, nuestra HOAC diocesana ha ido, paso a paso, ligando su identidad y su misión al de la HOAC General participando activamente en la preparación y en el desarrollo de las Asambleas Generales y, posteriormente, asumiendo y encarnando sus deliberaciones y acuerdos intentando hacerlos vida encarnada en los empobrecidos del mundo del trabajo.

Continuará…

[1] La fecha de 1956 marca un cambio en el rumbo de la organización (HOACF), al celebrar su primera Semana Nacional, junto con HOAC, en Córdoba. El nombramiento de Juliana Gómez como presidenta nacional en 1953 y de Tomás Malagón, consiliario nacional de HOAC, como asesor religioso de HOACF en 1955 fue decisivo. Desde entonces d movimiento acrecentó sus contactos con HOAC e incorporó una formación que animaba a la reflexión y al compromiso, con la metodología del ver-juzgar-actuar. Los contactos con el movimiento católico internacional (…), fueron importantes también en su evolución hacia una actitud más crítica y comprometida”. (De la cruzada al desenganche. La Iglesia española entre el franquismo y la transición, capítulo quinto. Mujeres, trabajadoras y católicas: la HOACF. Pág. 4. Mónica Moreno Seco)

[2] Imposibilitada la unidad (…), finalmente se acordó mantener la Comisión Nacional de la HOACF y permitir a aquellas militantes que lo deseasen formar parte de la organización masculina, de equipos y comisiones mixtas. Así las cosas, dicha Comisión Nacional aceptó públicamente los Nuevos Estatutos de la Acción Católica, se desentendió del frente común formado por los movimientos de la Unión Nacional de Apostolado Seglar (UNAS) contra su aplicación (…). La mayoría pasaron a la organización masculina y la HOACF mantuvo una existencia formal -que no real-…”. (Del Nacionalcatolicismo a la lucha antifranquista. La HOAC de Castilla y León entre 1946 y 1975 pág. 426. Enrique Berzal de la Rosa).

[3]Desde principios de 1969 las relaciones de la HOAC con la Jerarquía se tensaron al máximo por la negativa de la HOAC a aceptar el nuevo estatuto de la Acción Católica y la negativa de la Jerarquía a aceptar la lista de candidatos propuesta para el cargo de Consiliario (…). El 19 de septiembre la CEAS invalidó oficialmente todo el proceso (…). Lo más destacado de la decisión de la CEAS era lo siguiente:

a) el cese de todos los miembros de la Comisión Nacional.

b) la prohibición de toda actuación en nombre de la Comisión Nacional.

c) la paralización de las publicaciones

d) la entrega de todo lo que es propiedad de la HOAC y de su Comisión Nacional

e) la entrega de las llaves de los locales de Alfonso XI con el inventario correspondiente”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 47. José Domínguez)

[4]A la XII RNE celebrada en Madrid del 11 al 15 de agosto de 1974 asistieron 27 diócesis, que aportaron un total de 180 representantes, 22 presidentes diocesanos y 19 consiliarios (…). De las 27 diócesis asistentes 25 aprobaron el voto por militante. Ese voto se aplicó por primera vez dentro de esa XII RNE, convertida en Asamblea de militantes, para elegir al consiliario…”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 101. José Domínguez)

[5] “Coherentemente con las Normas de Funcionamiento aprobadas, en el Pleno General de Representantes celebrado el 21 de diciembre de 1975, se procedió a la elección de la Primera Comisión General Permanente, en la que todos los miembros fueron directamente elegidos por todos los militantes (…). En Encuadramiento, resultó elegido Francisco Povedano Cáliz, pero al no poder hacerse cargo de la responsabilidad, se eligió más tarde a Fermín Rodrigo”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 108. José Domínguez)

[6] Este texto, de la pág. 267, como buena parte de los párrafos anteriores están tomados del libro Aproximación a la Historia de la HOAC 1946-1981 de Basilisa López García.

[7] Nota 476 (págs. 262 y 63) Aproximación a la Historia de la HOAC 1946-1981. Basilisa López García.

[8]La IV y V asamblea están íntegramente dedicadas a la identidad cristiana de los hoacistas con sus dos dimensiones distintas, pero armonizables: la dimensión eclesial y la dimensión obrera militante. Los títulos finales de ambos documentos son un eco de la esencia tradicional de la identidad hoacista: “fieles a Cristo y fieles a la clase obrera”. Por eso en los dos se habla de cristianos y en los dos se alude a la militancia obrera con las expresiones revolucionarios y en la lucha obrera”. (La HOAC, el movimiento obrero y la educación. Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar, pág. 112. José Domínguez)

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